El español afrontaba con muchas ganas la cita de Magny Cours en la que se veía capaz de lograr subir al podio, pero una vez más su coche no dio la talla y la estrategia no fue la adecuada. Por eso, tres días después, el pesimismo parece haberse apoderado de Fernando Alonso.
El de Asturias no es nada optimista de cara al GP de Gran Bretaña en Silverstone, un circuito que en teoría debería ser propicio para las características de su monoplaza: curvas rápidas y alta carga aerodinámica, pero Alonso ya comienza a dudar de todo: "En este momento no sé si estamos en una buena posición para acercarnos a las escuderías rivales."