Romain Grosjean piensa que su actuación en el 2013 ha ayudado a etiquetarle como la 'oveja negra' de la Fórmula 1. El de Lotus se convirtió en el primer piloto al que prohibieron correr en la F1 moderna cuando desencadenó un gran choque en la primera curva durante el Gran Premio de Bélgica del año pasado. Pero éste no fue su único accidente la pasada temporada, hubo otros como la colisión contra Maldonado en Melbourne, el choque con Schumacher en Malasia, el incidente con Rosberg en Abu Dabi o el percance en Barcelona con Pérez.
El piloto francés confiesa haber trabajado para eliminar este tipo de errores durante su segunda temporada completa en la Fórmula 1 y despojarse así de su imagen de temerario. "Trato de mantenerme alejado de los incidentes tanto como me sea posible. No he cambiado, pero he mejorado. No es ningún secreto que he estado trabajando duro y creo que lo he demostrado en pista. No ser más el garbanzo negro del cocido hace la vida más fácil. Estoy contento con el progreso que hice y con verme ahora luchando en el frente. Me siento muy bien".