Kimi Räikkönen ha insistido en que su motivación no ha minado ni un ápice desde que se anunciara su fichaje por el equipo Ferrari para el año que viene. La Scuderia y el piloto finlandés hicieron pública su alianza después del Gran Premio de Italia y, desde entonces, Räikkönen ha tenido problemas para rendir bien en clasificación, ya que no ha logrado empezar mejor de la novena posición en los tres últimos Grandes Premios. Sin embargo, sus actuaciones en los domingos han sido similares a las cosechadas en la primera parte de la temporada, y por eso insiste en que el acuerdo con Ferrari no cambia nada de su enfoque de este año.
"Creo que eso nunca cambia, siempre ha sido lo mismo desde el comienzo de año. El hecho de que cambie de equipo el año que viene no cambia nada para mi, ya que sigo queriendo ganar carreras este año. No estoy interesado simplemente en pilotar sin dar el máximo, quiero hacerlo siempre lo mejor posible, así que lo que pase el año próximo no me interesa ahora mismo", señaló el finlandés en ESPN. "Siempre he dicho que si no me gustara no iría a la siguiente carrera. Soy feliz con esto y no tengo razón para hacer algo con lo que no disfruto. Sin duda, hay muchas cosas que no me gustan, pero hasta ahora las carreras lo valen. Estoy contento con cómo van las cosas y espero que en el futuro vaya mejor", añadió.
Romain Grosjean, 'el culpable'
Por otro lado, el jefe del equipo Lotus, Eric Boullier, cree que el declive del rendimiento de Räikkönen ha llegado como consecuencia de la mejoría en las actuaciones de su compañero, Romain Grosjean: "No lo creo [que Räikkönen esté perdiendo su motivación]. Creo que se debe más a que Romain ha mejorado su conducción. Si recordáis el año pasado, Romain fue muy rápido cuando comenzó la temporada, aunque luego perdió algo de rendimiento, pero ahora tenemos a Romain de vuelta".