Como no podía ser de otra forma este año, la lluvia volverá a ser protagonista durante un Gran Premio más. El líquido elemento parece haberse empeñado en aportar un factor de incertidumbre y, a veces, también de igualdad a un Mundial que está siendo más imprevisible que nunca.
Ya son varios los GP consecutivos en los que el agua ha hecho acto de presencia o se ha convertido en una seria amenaza para las estrategias de los equipos. Y el GP de Alemania de este próximo fin de semana, no va a ser menos. Según las previsiones meteorológicas locales, la lluvia afectará a esta décima prueba del Campeonato del Mundo.