Todo el personal de la factoría de Red Bull, incluido el piloto australiano Mark Webber, fueron el miércoles evacuados por una alarma de incendio.
Poco antes de la hora de comer, cuatro camiones de bomberos se desplazaron hasta las instalaciones de Milton Keynes después de que uno de los componentes en los que se estaba trabajando comenzar a humear y desprendiera unos gases peligrosos.