El italiano de 26 años fue despedido por el equipo Toro Rosso a finales del año pasado y ahora prueba para Force India, asistiendo a los Grandes Premios como piloto de reserva del equipo.
Cuando ya ha pasado la mitad de la temporada, Liuzzi admite que ver a sus antiguos rivales colocarse en la parrilla los domingos es muy duro y por eso espera conseguir un puesto en carrera en 2009: "Según el acuerdo que tenemos, puede pasar cualquier cosa, y tengo una buena oportunidad de ser un piloto de carrera."