Christian Horner, jefe de equipo de Red Bull, ha lamentado que los equipos de Fórmula 1 hayan sido incapaces de ponerse de acuerdo para reducir los costes lo que podría traducirse en serios problemas para los equipos modestos, a los que les será más complicado sobrevivir con un aumento en el coste de los motores y una remodelación técnica tan importante como la que se afrontará para 2014.
"Es un poco tarde y los costes van a aumentar significativamente," reconoce Horner en declaraciones a ESPN. "Los motores van a ser mucho más caros y operar con ese motor parece que va a costar el doble. También hemos añadido cuatro pruebas en temporada, por lo que los equipos sólo nos podemos culpar a nosotros mismos por que los cambios introducidos en el reglamento del próximo año tendrán un impacto dramático en los costes".
"Los que estén más abajo van a ver imposible contrarrestarlo"
Como resulta obvio, Horner admite que los grandes equipos no tendrán problemas para obtener recursos mediante patrocinadores o mayor inversión de sus casas matrices, pero los pequeños sufrirán más problemas. "El impacto en los costes para nosotros de cara a la próxima temporada está entre los 25 y 40 millones de euros. Tenemos que ir ahí fuera y encontrar ese dinero porque Red Bull no va a compensar ese déficit y si eso es así es porque ahora tenemos muchos más socios en el coche," recuerda el inglés.
"Afortunadamente hemos tenido mucho éxito y hemos conseguido buenos ingresos por premios y patrocinadores pero los que estén más abajo en la parrilla van a ver imposible contrarrestar este aumento en los costes en comparación con los ingresos que generan," concluye Horner, cuyo equipo ronda los 280 millones de euros anuales de presupuesto, muy por encima de equipos como Toro Rosso, Marussia y Caterham, cuyo presupuesto está estimado en menos de 90 millones al año según el informe publicado en el pasado mes de agosto por Autosport.