Michael Schumacher se encuentra estable en el hospital de Grenoble, según las últimas informaciones sobre su condición. La representante del expiloto de F1 anunció este miércoles que no había habido ni mejoría ni tampoco empeoramiento en el estado del piloto de 44 años desde que los médicos ofrecieron la rueda de prensa este martes tras intervenir por segunda vez a Schumacher. Sin cambios significativos sobre los que informar, Sabine Kehm explicó que los médicos creyeron que no era necesario ofrecer una tercera rueda de prensa en el día de Año Nuevo. "La condición de Michael ha estado supervisada toda la noche y ha permanecido estable durante la misma, y también ahora", señaló Kehm, dejando claro que el piloto aún no está fuera de peligro.
Además, la representante de Schumacher también ofreció detalles sobre el accidente y, al contrario que anunciaban algunas noticias, el alemán no estaba esquiando a gran velocidad. Al contrario, al parecer el expiloto de F1 estaba yendo relativamente despacio junto a su hijo, que esquiaban como parte de un grupo más grande, cuando el Campeón del Mundo se habría detenido para ayudar a un amigo que estaba en dificultades justo antes de que tuviera lugar el accidente. "Michael y el grupo habían estado esquiando en cuestas normales. Entre las pistas roja y azul había una zona [de fuera pista] y ellos entraron ahí. Ayudó a un amigo que se había caído, acabó en la nieve, se golpeó contra una roca y fue catapultado en el aire y aterrizó de cabeza. Fue muy mala suerte, y no porque fuera rápido", declaró Kehm.
El casco se partió en dos
Por otro lado, Kehm también apuntó que el casco que llevaba Schumacher, y que los médicos señalaron como posible objeto que le salvara la vida, se rompió en dos durante el accidente. Los cascos están diseñados para romperse en el impacto para así absorber la fuerza del mismo. Además, Kehm confirmó las noticias que señalaban que un periodista había tratado de colarse en la habitación del piloto vestido de cura.
La condición del siete veces Campeón del Mundo se describió como levemente mejor el pasado martes, después de haber superado una segunda intervención durante la noche del lunes para tratar las heridas de la cabeza que presentaba Schumacher. "La situación está más controlada que ayer [lunes], pero no podemos decir que está fuera de peligro", señaló Jean-François Payen, anestesista jede del Hospital Universitario de Grenoble. "Hemos ganado algo de tiempo, pero debemos seguir monitorizándole cada hora. Es muy pronto para especular sobre su condición", añadió.