Adrian Newey, director técnico de Red Bull, ha confirmado que el principal problema del equipo era el calentamiento de la zona de los escapes del RB10. Unos problemas que unidos a los de Renault con su nuevo tren de potencia limitaron a 21 vueltas completadas su bagaje tras el primer test de pretemporada en Jerez.
"Lo que nos detuvo en Jerez, en nuestro lado en contraposición con el lado de Renault, fue un problema en el que la carrocería local de los gases de escape se estaba incendiando. Es un problema que espero que podamos llegar al fondo en Baréin", explicó Newey en declaraciones recogidas por Autosport.
"En realidad fue una falta de tiempo [eso causó el problema]. Es algo que podríamos haber testado en el banco de pruebas si hubiéramos conseguido tenerlo todo antes. Pero Renault ha tenido que vérselas en cuanto al uso de su banco de pruebas, y por eso nosotros hemos tenido problemas para tener todas las partes a tiempo" añadió Newey.
Aerodinámica en jaque
Adrian Newey ha sugerido que el tren de potencia de Renault es muy ambicioso, pero que ello entraña unos estándares mínimos bastante difíciles de alcanzar: "El (tren de potencia de) Renault parece tener unos requisitos de refrigeración particularmente grandes. Todos en los tres fabricantes de motores tendrán un objetivo diferente para lo caliente que regresa el aire caliente en el espacio disponible y Renault nos han dado un objetivo bastante difícil. Tiene todo tipo de ventajas si podemos llegar hasta allí, pero no es fácil de lograr".
"Sin duda, es un desafío empaquetar todo dentro El área del radiador que necesitamos para enfriar la carga de aire desde el turbo y, además, toda la refrigeración extra que necesitamos para la parte eléctrica de las cosas, las baterías, la unidad del generador del motor y así sucesivamente, la caja de control... Significa que el área del radiador en el coche es más o menos el doble que el año pasado con el V8. Así que intentar empaquetar eso sin comprometer la aerodinámica demasiado es un desafío", finalizó el creador del RB10, hasta el momento el monoplaza menos fiable de 2014.