Según Romain Grosjean, el Lotus E22 tuvo muchas puestas al día logísticas durante los entrenamientos oficiales en Baréin de la semana pasada, pero este sigue siendo el gran punto negro para la buena explotación del monoplaza. Además de los problemas de fiabilidad que causaron numerosos incendios, sobre todo en la zona de los escapes, estas dificultades logísticas molestaron bastante al piloto francés. "Esto me recuerda la llegada del KERS a Renault en Monza de 2009. Fue un desastre e hizo falta cambiarlo, al menos, cinco veces seguidas durante el fin de semana antes de que la situación se normalizara", explica.
"Es complicado que todo funcione a la vez, y hay un poco de caos en estos momentos en lo que respecta al apartado logístico. Debo cambiar la cartografía hasta cuatro o cinco veces por vuelta. ¡Eso es demasiado! Cambiamos la estrategia de potencia del turbo, el par de fuerzas, etc. Nos perdemos y eso no es lo ideal. Todo esto está ligado a la logística, pero no sé exactamente lo que somos capaces de cambiar. Renault sabe hacer motores, han ganado estos últimos años, por lo que les dejo arreglar esto. Todo lo que puedo hacer es pilotar y esperar que el coche mejore", añade Grosjean.