Ron Dennis se ha mostrado sin arrepentimientos, ya que ha prometido conseguir que el equipo McLaren regrese a la senda de las victorias. Después de que la escudería de Woking solamente alcanzara la quinta posición en el Mundial de Constructores de 2013 sin haber sumado ni un solo podio, el jefe ejecutivo de McLaren Group recuperó el control que tenía Martin Whitmarsh y recalcó que incluso el que termina en segunda posición es el primero de los perdedores. "Por supuesto, tengo mucho respeto por la gente de nuestro equipo, pero estuvieron algo distraídos, no lo suficientemente centrados", señaló.
Algunos creen que Whitmarsh, que parece que no hablará ante los medios hasta que se negocie su salario, era demasiado "agradable" como para liderar un equipo de F1. "Martin es un amigo, no hemos discutido. Algunas decisiones que tomas en la vida no son tan fáciles", señaló Dennis. Sin embargo, lo que Dennis se ha encontrado tras el paso de Whitmarsh es la pérdida de Lewis Hamilton y del patrocinador principal, Vodafone, además del nuevo fichaje de Eric Boullier. En este sentido, Dennis ha insistido en que se puso en contacto con Boullier: "Durante un tiempo, estuve comentando con los accionistas que las cosas no estaban funcionando".
Toca recuperarse
Por otro lado, otra de las elecciones que se hicieron recientemente no fue del gusto especial de Dennis, como el fichaje del joven Kevin Magnussen, hijo del expiloto de McLaren Jan Magnussen. "Tuve mis reservas. No soy un gran creyente en los hijos de pilotos, pero Kevin tiene una gran determinación y logrará una carrera excepcional". Así pues, la nueva era de Ron Dennis ha comenzado, y el inglés espera que McLaren empiece su recuperación este año: "Creo de verdad que somos como el Manchester United. Inevitablemente, cuando tienes una serie de resultados pobres, la gente no cree en el progreso. Pero sé lo que es esta empresa y lo que su equipo de carrera puede lograr, y eso requiere el reconocimiento adecuado y una relación cercana con un patrocinador principal".