Este fin de semana, el Gran Premio de Australia acoge el comienzo de la nueva temporada de F1. La carrera de Melbourne tendrá como objetivo mejorar el espectáculo y aumentar la emoción en relación a 2013, una tarea nada complicada si tenemos en cuenta la gran incertidumbre que hay este año debido a las nuevas reglas técnicas. Además, los entrenamientos oficiales de esta pretemporada han sido un quebradero de cabeza para equipos, pilotos y motoristas, y nadie sabe a ciencia cierta cómo estará en el evento que se celebrará en Albert Park.
Por su parte, el equipo Ferrari tendrá que poner la carne en el asador para acabar con buena nota la primera carrera de 2014. "En el frente de la mecánica, el nivel de complejidad ha aumentado enormemente, con lo que ya solamente encontrar la mejor forma de montar el coche, de cambiar las piezas, de volver a montarlo y de estar lo mejor preparado posible en Melbourne, supone ya de por sí una gran tarea. Durante los entrenamientos, trabajamos 24 horas al día, haciendo turnos para asegurarnos de que el coche estuviera listo. Pero, una vez lleguemos a Melbourne, estaremos limitados por la normativa, y tendremos que ceñirnos a las reglas que dictan lo que podemos hacer y la cantidad de horas que se nos permite trabajar", señaló Pat Fry en la web oficial de la Scuderia.
Ahorrar combustible
"En el pasado, la fiabilidad de los monoplazas de Fórmula 1 era increíble, pero este año, su mera complejidad supondrá un mismo reto, sobre todo en clasificación y en carrera", añadió Fry. Por otro lado, no hay que olvidar que la gestión actual del nuevo tren de potencia va a ser un nuevo e interesante puzle, tanto para los ingenieros, como para los pilotos. "En algunas carreras, nos veremos limitados por el combustible y tendremos que intentar dar con la mejor forma de ahorrar gasolina. Efectivamente, tendremos que mantener un equilibrio entre la energía eléctrica y el consumo de combustible, y forma parte de nuestro trabajo calcular la mejor combinación para la carrera", finalizó el de Ferrari.