Desde que Robert Kubica consiguiera la primera victoria de BMW Sauber en el Mundial de F1, la trayectoria ascendente que la escudería venía demostrando desde principio de temporada alcanzó su punto de inflexión y sus prestaciones van en descenso a medida que pasan las semanas.
Desde Montreal, los BMW se han mostrado muy poco competitivos, y en este GP de Hungría, aunque Robert Kubica tenía una buena posición de parrilla (4º), terminó octavo y sólo consiguió un punto. Las posibilidades Nick Heidfeld eran muy limitadas ya que salía de 15º en la parrilla y una estrategia de una parada le ha llevado a terminar décimo.
Quién sabe si ya están plenamente centrados en 2009 y han dejado un poco de lado el F1.08, pero desde luego, su imagen de escudería de futuro empieza a debilitarse.