Lewis Hamilton se ha llevado la primera pole de esta nueva temporada de F1 tras batir en el último momento a Daniel Ricciardo. Bajo las gotas que desprendían los coches al pasar por el asfalto, el piloto de Mercedes saldrá desde la primera posición en la carrera de Melbourne tras lograr el mejor crono de la sesión de clasificación en mojado, un 1:44.231.
La Q1 de esta clasificación daba comienzo con los dos pilotos del equipo Mercedes al frente de la fila de coches que esperaban ansiosos en la calle de boxes por salir a la pista. La mayoría de ellos salió con el compuesto blando, aunque algunos atrevidos, como los Ferrari o los Force India, decidían rodar con el medio. Desde el arranque de la sesión, la amenaza de lluvia era más que evidente, por lo que el objetivo era marcar lo antes posible un buen tiempo con el compuesto de seco para asegurarse una plaza en la Q2.
Lluvia en la Q1
Así pues, a falta de cinco minutos para el final de la Q1, la lluvia apareció en Albert Park en forma de diluvio moderado. Este agua frustraba los intentos de los dos talentos de Lotus, que se copaban las últimas posiciones de la hoja de tiempos y se quedaban fuera de toda esperanza por llegar a la Q2. Además, Pastor Maldonado terminaba esta primera tanda de vueltas sin marcar un crono oficial. Antes de que acabara la Q1, un valiente Esteban Gutiérrez salía al asfalto para sumar algunos kilómetros más con el compuesto intermedio.
Como novedad este año, la Q1 ha tenido una duración de 18 minutos, es decir, dos menos que hasta ahora. Posteriormente, la segunda tanda durará 15 minutos y los diez pilotos que paen a la Q3 saldrán en carrera con el neumático que hayan usado en la Q2. Además, la FIA ha acordado proporcionar un juego extra a los pilotos que lleguen a la última ronda, que después tendrán que devolver, para obligar a los pilotos a no quedarse en boxes y a hacer dos intentos cada uno.
Accidente de Räikkönen y Vettel cae en Q2
Lejos de la tranquilidad aparente que se vivió en la primera sesión, la Q2 trajo sorpresas en sus últimos compases. La segunda tanda arrancó sin lluvia pero con la pista bastante mojada, por lo que el compuesto intermedio y el de lluvia extrema fueron las opciones escogidas por los pilotos que todavía seguían vivos en la odisea de Albert Park. A medida que avanzaba la sesión, la pista se iba secando ligeramente, por lo que los tiempos fueron bajando y todos los pilotos mejoraron sensiblemente.
No obstante, una bandera amarilla trajo el caos a Melbourne en el último minuto. El F14-T de Kimi Räikkönen se estrellaba contra las barreras después de que el finés perdiera el control del coche, lo que obligaba a los que seguían en pista a no cometer errores para poder cruzar el corte que separa la Q2 de la Q3. Entre ellos estaba Sebastian Vettel, que en esos momentos estaba con el decimocuarto mejor tiempo, lo que le situaba fuera de la última ronda. Pero, a pesar del control del alemán en las derrapadas y de mejorar su crono personal, Vettel se quedaba fuera por escasas décimas al quedarse con el decimotercer crono.
Lucha titánica entre Mercedes y Red Bull
La última ronda de esta primera clasificación del año también arrancaba con el asfalto muy mojado y con dos minutos más de tiempo que el año pasado. Así pues, todos los pilotos han gozado de, al menos, dos intentos para marcar su mejor crono. La sorpresa, sin duda, la han dado los pilotos de Toro Rosso, ya que se mostraron competitivos en todo momento y sus tiempos finales distan mucho de lo que consiguieron en 2013. Un fallo en el último momento, después de protagonizar un trompo, impedía a Daniil Kvyat mejorar su crono en la Q3.
A falta de pocos segundos para el final, la emoción estuvo patente en los garajes de Red Bull y Mercedes, debido a la lucha que mantenían en pista Hamilton, Rosberg y Ricciardo. El alemán era el primero en cruzar la meta marcando un buen tiempo, que después le arrebataba el australiano, quedándose con la pole provisional. Sin embargo, desde la neblina acuática surgió Hamilton a lomos del W05 y logró superar el tiempo registrado por Ricciardo para arrebatarle, en el último suspiro, la primera pole del año en Albert Park.