La rotura de una biela fue lo que provocó que el motor del F2008 del brasileño cediera a falta de tan solo tres vueltas para el final. Un nuevo problema de fiabilidad que provoca muchos quebraderos de cabeza en la Scuderia.
Los técnicos de Maranello hablan de un problema en el control calidad. La noche del domingo, y enviado por vía urgente desde Budapest, la gestión deportiva de Ferrari realizó un detallado análisis del propulsor dañado.