El equipo Caterham ha completado este miércoles 66 vueltas en los test de Baréin. Los de Leafield, que tuvieron en el coche a Marcus Ericsson, trabajaron sobre todo en tandas largas y en el apartado aerodinámico del coche. Por la mañana, la sesión se desarrolló sin problemas, pero por la tarde el coche experimentó un fallo eléctrico en el sistema de recuperación de energía, por lo que el equipo tuvo que arreglarlo y no llegaron a tiempo para volver a pista.
Marcus Ericsson:
"Fue una buena sesión matinal para nosotros, en la que rodamos con un plan que comenzó con trabajo aerodinámico y le siguió trabajo en el sistema de frenada, que nos ha dado mucha información interesante. Realmente, no tuvimos ningún problema, así que pudimos completar gran parte del programa antes del parón de mediodía. Por la tarde, empezamos con una serie de tandas con un sensor en el alerón trasero, y seguimos con el trabajo aerodinámico. Luego, quitamos el sensor para comenzar las últimas tandas planeadas del test, pero en mi vuelta 13 tuvimos un problema que paró el coche en la curva 8. Recuperamos el coche e identificamos el problema como un fallo eléctrico del ERS, pero no tuvimos tiempo suficiente para arreglarlo y volver a salir, así que ahí terminaron los test".