CARRERA DE ALTIBAJOS

GP de China: Recordando a Christian Klien

Repasamos el paso de este jovren austríaco por la F1, donde su mejor posición fue el quinto puesto logrado en China 2005.

Roberto Rodríguez 16 de Abril 2014 08:22

Red Bull era un equipo en pañales. Lejos de la gloria actual, los de las bebidas energéticas eran unos recién llegados a la Fórmula 1 y contaban en sus filas con un piloto de su misma nacionalidad, austríaco. Era Christian Klien y quería acabar su segunda temporada en Fórmula 1 llamando la atención y labrándose un puesto en la siguiente temporada. Y para ello todo pasa por convertir en algo bueno esa 14ª posición que ocupaba en la parrilla de salida del Gran Premio de China.

Klien llegó a la Fórmula 1 con apenas 21 años tras alguna buena participación en la Fórmula 3 Euroseries y sobre todo con el apoyo gigante de Red Bull, que le abrió la puerta del que muy pronto sería su propio equipo, Jaguar. Con los verdes la cosa no fue del todo bien. A Klien se le notaron los pecados de juventud mientras su experimentado y veloz compañero, Mark Webber, lograba dejarse ver obteniendo incluso alguna primera línea de parrilla, mientras que Klien en su mejor actuación no pudo pasar de la quinta. El destino al menos le reservaría una gran carrera, en el mejor escenario posible, en Spa, y con la carrera convertida en un caos. En ese panorama, Klien consiguió mantenerse en pista mientras muchos pilotos se veían implicados en averías y accidentes.

Temporada para olvidar en Jaguar

La merma mayor llegó cuando Button chocó con Baumgartner y provocó la salida del Safety Car, quedando todos los coches reagrupados a diez vueltas del final. Klien, noveno, aprovechó el relanzamiento para superar a Panis y, tras un toque a toda velocidad con Coulthard, acabó escalando hasta la sexta posición tras las averías de Montoya y Zonta. Lo había conseguido, Klien ya tenía sus primeros puntos y fue en un marco incomparable, el circuito belga de Spa-Francorchamps. Una temporada para olvidar, solo con el haz de luz de Spa, iba a concluir con un lamentable accidente entre los dos Jaguar en la última carrera. Qué peor despedida para dar paso a una nueva era, la era de Red Bull.

La andadura comenzaba mal. Red Bull había tenido la idea de rotar al piloto que se subiría al segundo coche, al lado de la estrella David Coulthard. Klien comenzaría la temporada, pero en la cuarta carrera tendría que dejar su monoplaza en manos de Vitantonio Liuzzi, y no volvería a subirse al coche hasta la séptima prueba. Todo un lío. El inicio fue muy positivo. El equipo había dado un claro salto adelante con la llegada de la marca austriaca y lograron puntuar en las dos carreras con los dos coches, siendo Klien séptimo y octavo respectivamente. Tras no poder correr en Bahrein por una avería y tras las carreras no tan exitosas de Liuzzi, Klien volvió en Canadá ya confirmado para el resto de la temporada. Y siguió con su tónica de puntos, con otro octavo puesto. Pero poco a poco la temporada se iría complicando. Los grandes equipos se amoldaban al nuevo reglamento y crecían en rendimiento. Los puntos se volvían caros para Red Bull, hasta el punto de que Klien solo lograría uno más, en Turquía, hasta la última carrera. Y aquí es donde nos habíamos quedado.

Quinto puesto en China

Klien partía decimocuarto. Por arriba el mundial ya estaba sentenciado en favor de Alonso, y por detrás Klien comenzaba la remontada. Primero se sacó de encima a Sato, luego a Trulli y su compañero David Coulthard. Y entonces vendría el caos. Dos coches de seguridad casi consecutivos, uno por un problema en los pianos y el otro por un terrible accidente de Karthikeyan. Las estrategias echaban humo, al final hubo un gran vencedor, Christian Klien, que pasó a ser cuarto, y pronto adelantaría al Sauber de Massa para colocarse tercero. El austriaco podía pelear por su primer podio, pero pronto llegaron por detrás Raikkonen y Fisichella, con sus coches mucho más rápidos, para devolver a Klien a una dulce realidad. Era quinto, el mejor resultado de su vida y el segundo de la corta historia de Red Bull. Christian había asegurado su presencia en el equipo de cara a 2006.

Todo pintaba bien. Red Bull venía de una ilusionante primera temporada y había cambiado los motores Cosworth por los Ferrari. Nada hacía prever que el año 2006 iba a ser un calvario para Christian Klien. Solo dos puntos en toda la temporada, en Australia y Alemania, y una oportunidad perdida. Una última ocasión de haber cumplido el sueño de subirse a un podio de Fórmula 1, y nada menos que en Mónaco.

Era una calurosa tarde en el Principado. Alonso tenía la pole mientras los dos Ferrari, uno descalificado y otro accidentado, salían últimos. Klien estaba undécimo, en tierra de nadie, en un circuito donde es imposible adelantar y para colmo con dos coches rojos dispuesto a devorarle por detrás. Sin embargo la cosa se iría poniendo bien para el austriaco. Pasó a Coulthard y a Fisichella, y tras el Safety Car que provocaron las averías de Webber y Raikkonen, Klien estaba quinto y aspirando al podio, ya que Barrichello aún tenía que parar. Pero entonces el cruel destino se cebaría con él. Una avería en la transmisión dejaba fuera al Red Bull, sería su compañero Coulthard, que rodaba detrás de él, quien conseguiría para la historia el primer podio de Red Bull. El destino es caprichoso. A tres carreras del final, y tras algunos problemas con el equipo, que ya había confirmado a Webber como compañero de Coulthard para 2007, Klien fue bajado del Red Bull dejando su sitio a Robert Doornbos.

Regreso fugaz en 2010

Unos años deambulando como probador de Honda y de BMW Sauber abrieron la puerta a Klien para un regreso breve y poco útil en la temporada 2010 con el débil equipo Hispania, con los que corrió tres carreras a final de temporada. Pese a meterle un segundo y medio a Bruno Senna ya desde la primera carrera, Klien no pudo pasar de ser vigésimo en Abu Dhabi, cerrando así su etapa en Fórmula 1.

Christian Klien, para algunos un piloto talentoso sin suerte, para otros una evidencia del fracaso de la cantera de Red Bull. En cualquier caso, un corredor de breve carrera que brilló puntualmente y que pudo ser el primero en hacer el podio con un equipo de leyenda como Red Bull, pero el destino, a veces maquiavélico, se lo negó de la forma más cruel.

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