Tras el Gran Premio de China, el podio de Fernando Alonso dejaba en evidencia el octavo puesto de Kimi Räikkönen que volvía a ser el centro de atención de los medios. Harto de que se cuestione su motivación, llegaba incluso a contestar de forma quizás excesivamente tajante a esos comentarios. Hoy, ya en frío, el finlandés desvela la causa de sus problemas en China: "Creo que es una combinación de las condiciones frías, el trazado del circuito y mi estilo de conducción".
El problema no es el F14T
Durante el fin de semana, Alonso mostraba que las pequeñas mejoras introducidas por El frío, los neumáticos y el suave pilotaje del finlandés son las causas de sus dificultades en Shanghái. habían hecho avanzar el F14T. Mientras, Kimi seguía estancado en la media tabla y en la clasificación no pasaba a la Q3. Pero el finlandés asegura que el problema no es el coche, sino una conjunción de factores: "Tiene más que ver con mi estilo de conducción junto con unas condiciones frías y el no conseguir hacer funcionar los neumáticos correctamente".
"Si hubiera un problema con el coche no sería rápido con neumáticos nuevos. Creo que es una combinación de las condiciones frías, el trazado del circuito y mi estilo de conducción", asegura el Campeón del Mundo de 2007. El Gran Premio de China estuvo marcado por bajas temperaturas, que en pista rondaban constantemente los 25ºC. Esto hizo que el fin de semana se le hiciera muy cuesta arriba a Kimi.
El piloto de la Scuderia se caracteriza por una conducción que cuida las gomas, lo que en determinadas circunstancias puede ser un problema: "No creo que yo haga trabajar al neumático de forma dura, por lo que cuando es en mojado y frío, cuesta hacer funcionar los neumáticos". El finlandés lo explica con detalle: se trata de un círculo vicioso de degradación, enfriamiento de los neumáticos y más degradación.
"Los nuevos neumáticos funcionan bien hasta que el agarre de las ruedas traseras se viene abajo, entonces tienes que ir más despacio y se enfrían las ruedas, una cosa lleva a la otra sucesivamente y ya no puedes solucionarlo", dijo en palabras a Autosport.
Cambiar la forma de pilotar: un reto
Por tanto, ya que el problema no es técnico, la cosa se complica. Ferrari ya trató de mejorar la suspensión para ayudar a Kimi, pero aun así el piloto sufrió en Shanghái más que su compañero. Y es que, al ser una cuestión de pilotaje, las cosas se complican: "No es tan simple como algo mágico que yo pueda cambiar en mi pilotaje y solucionarlo. A veces te favorece en algunos lugares y en otros te perjudica".
No obstante, asegura que los ingenieros y él deben buscar la forma de enfrentarse a este problema, ya sea estudiando distintos tipos de reglajes que ayuden a evitar a que aparezca esta situación de nuevo: "Sólo tenemos que trabajar y encontrar soluciones cuando nos pase y esperar no acabar en situaciones similares".
Dar con el quid de la cuestión es vital, ya que según el finlandés, cuando se entra en ese círculo vicioso de degradación y enfriamiento, es muy complicado salir: "Una vez que te pasa es difícil solucionarlo, especialmente en carrera".