Los primeros entrenamientos libres del Gran Premio de Mónaco han finalizado con ambos Mercedes en cabeza una vez más, mostrando su candidatura a encadenar seis carreras consecutivas consiguiendo la victoria. En un trazado corto donde la escasez de rectas juega en favor de sus máximos rivales, los Red Bull, se esperaba cierta reducción en la diferencia entre ambos, que había llegado a ser de hasta un segundo en Montmeló. Las primeras sensaciones parecen confirmar que los de Milton Keynes están efectivamente un poco más cerca.
Daniel Ricciardo consiguió situarse a tan sólo dos décimas del mejor registro de Lewis Hamilton, quien encabezó la sesión para las Flechas Plateadas. Entre ambos se situó Nico Rosberg, marcando un registro similar al de su compañero, en torno únicamente a dos segundos más lento que el mejor tiempo marcado aquí el pasado año.
El circuito del Principado presenta este año algunas zonas reasfaltadas, concretamente la sección que va desde Casino hasta la entrada al túnel, y parte de las secciones previas a Nouvelle Chicane y Tabac. Esto, unido a la reducción de carga aerodinámica y el mayor torque de los monoplazas de esta temporada, hace que pilotar aquí sea incluso más complicado, lo cual ha dado lugar a varios errores durante estos primeros noventa minutos de actividad.
Todos los equipos contaron con sus pilotos titulares para esta sesión, a diferencia de lo sucedido en previos Grandes Premios en los que ya pudimos ver a algún piloto reserva entrando en acción. Max Chilton fue el primero en tener que abandonar al hacer un trompo en Mirabeau y quedarse atascado en marcha atrás después de conseguir engranarla. Minutos después fue Adrian Sutil quien perdió el control de su Sauber en la misma curva y tocó las protecciones con la trasera, poniendo fin a su mañana. Otros pilotos sufrieron salidas de pista y pasadas de frenada en esta primera toma de contacto, algo que era de esperar dadas las susodichas condiciones.
Red Bull más cerca, y Ferrari tras ellos
Fernando Alonso coló su monoplaza entre los dos Red Bull en la tabla de tiempos, situándose a siete décimas del registro de Hamilton para obtener la cuarta posición en estos entrenamientos. Justo tras él, el tetracampeón Sebastian Vettel, cuyo mejor tiempo estuvo a siete décimas del de su compañero. Kimi Räikkönen, con el sexto puesto, confirmó a Ferrari como el tercer mejor equipo de la mañana.
Tras ellos se situaron el resto de equipos motorizados por Mercedes, con Valtteri Bottas encabezando la parte media de la tabla por delante de los Force India y los McLaren. Esteban Gutiérrez coló su Sauber por delante de ambos Lotus, que fueron decimotercero y decimocuarto a prácticamente dos segundos de la cabeza. Los Toro Rosso, más abajo de lo habitual, finalizaron en los puestos decimoquinto y decimoctavo.
Jules Bianchi, el único Marussia que marcó un tiempo de referencia dado el problema de su compañero en Mirabeau, le ganó la partida a ambos Caterham con holgura, lo que hace prever un Gran Premio complicado para los de Leafield si la tendencia se mantiene.
Los neumáticos blandos fueron los únicos empleados en esta sesión, siendo la opción más dura de las dos que Pirelli suministra para este Gran Premio. Al ser la primera sesión del evento y haberse disputado con temperaturas relativamente bajas, en torno a los 22ºC en la pista, a los pilotos les ha costado hacer entrar en calor estos compuestos en torno a tres vueltas, momento en el que los tiempos empezaban a ser competitivos.
En líneas generales, ha sido un inicio de Gran Premio con mucha actividad en pista en un circuito donde los pilotos van a necesitar tener todo bajo control para no cometer errores en la clasificación del sábado o en la carrera del domingo. Muchos de ellos han completado en torno a media distancia de carrera esta mañana para familiarizarse a la conducción de los nuevos monoplazas en las estrechas y reviradas calles de Montecarlo.