Kimi Räikkönen ha lamentado que los comisarios en Mónaco no tomaran más acciones cuando Max Chilton le tocó mientras se desdoblaba con el coche de seguridad en pista. El automóvil salió a pista por primera vez en la carrera del domingo después de que Adrian Sutil cometiera un trompo y se estrellara contra las protecciones de la chicane posterior al túnel. Una vez que se limpió la pista, los coches doblados pudieron recuperar su posición y, en ese momento, Chilton tocó el coche de Räikkönen. El impacto causó un pinchazo en el F14-T, lo que obligó al finlandés a parar en boxes de forma inmediata para cambiar neumáticos, perdiendo así la tercera posición que tenía en ese momento.
Por su parte, Chilton recibió más tarde una reprimenda, pero Räikkönen, que también recibió una por un toque posterior con Kevin Magnussen, cree que se debería de haber hecho algo más. "Nadie habló de lo que pasó con el coche de seguridad hasta que yo pregunté. Por desgracia, la situación no es sencilla con estas cosas a veces. Obviamente, eso fue lo que destruyó la carrera pero, claramente, no estuvieron muy interesados. Preguntaron porqué me perdí el 'drivers' parade', pero eso fue porque no me sentía muy bien. Así que hacen un gran drama de eso, pero no de las cosas importantes", señaló el piloto en ESPN. Finalmente, Räikkönen acabo 12º la carrera, doblado por el Mercedes de Nico Rosberg.