El sueño de Bernie Ecclestone de celebrar un Gran Premio en las calles de Londres sigue siendo un sueño, pero hoy mismo se han levantado las barreras legales que hacen más posible la realidad de una carrera en las calles de la capital británica. El primer ministro británico David Cameron ha anunciado un cambio en la legislación que se llevará a cabo en marzo de 2015, permitiendo el cierre del tráfico para eventos deportivos del motor.
"Puedo anunciar hoy que vamos a permitir más carreras urbanas en Gran Bretaña. Creemos que será muy útil para el deporte británico, más carreras, más eventos, más dinero en el país y más éxito para esta industria extraordinaria", informó Camerón esta mañana.
La nueva Fórmula E será la que pueda albergar una carrera en Londres, mucho antes que la Fórmula 1 pueda hacerlo, ya que se llevará a cabo en el parque Battersea de la capital como última cita de la temporada 2014/15.
Demasiados costes por afrontar
Aunque el levantamiento de las barreras legales es sin duda un impulso, el problema sigue siendo la carga masiva que supondría la promoción de un Gran Premio de Londres. Los promotores del abortado Gran Premio de Nueva Jersey ya conocen la experiencia difícil exposición financiera para albergar una carrera urbana. Por otro lado, el éxito del Gran Premio de Singapur se debe a que se ha cambiado la estructura de financiación mediante la cual el 60% del riesgo es tomado por el Gobierno y el 40% restante por el empresario local Ong Seng Ser, con la partición de las ganancias en partes similares.
Los costes de asegurar los derechos de una carrera, cuya tarifa actual ronda los 40 millones por año, además de los costes de infraestructura, con la venta de entradas sólo como medio para recuperarlos, convierten a las empresas privadas más acaudaladas en única solución posible. Por ello, el Gobierno todavía tiene que decidir si quiere involucrarse en este tipo de negocio, aunque la idea sea un gran impulso para el turismo.