Lewis Hamilton no se arrepiente de desobedecer las órdenes de equipo en el pasado Gran Premio de Hungría y afirma que él simplemente estaba haciendo su trabajo y no podía permitirse el lujo de perder más terreno después de sus problemas en la clasificación.
Pasada la vuelta 50 de carrera, se le pidió por la radio a Lewis Hamilton que dejara pasar a su compañero de equipo y rival en el Campeonato de Pilotos, ya que los dos iban con diferentes estrategias y el piloto alemán todavía tenía que hacer una parada más. Pero en vez de hacer lo que se le solicitó, el piloto inglés mantuvo su posición y contuvo detrás a Nico Rosberg.
Después de la carrera, Hamilton confesó estar "sorprendido" por la orden y justificó su decisión de defender su posición frente a su compañero de equipo. "No he tenido la intención de cuestionar la autoridad y no creo que haya sido cruel. Simplemente estaba haciendo mi trabajo y llegué arriba. Me ficharon para competir y conseguir puntos para el equipo, también para que sea yo mismo y me entregue al máximo. No comencé la carrera desde la parte de delante sino desde el 'pitlane', así que no podía permitirme el lujo de perder más, ya había perdido demasiado".
"Cuando termine la temporada y eche la vista atrás, pensaré que podría haber ido mejor si el coche no se hubiera incendiado, o si los frenos no hubieran fallado, o si no hubiera cometido un error en la clasificación, o si el motor hubiera funcionado bien durante la carrera... todas esas cosas, pero en ningún caso por no haberlo intentado al máximo para no ceder ni un sólo punto de distancia. Hice mi mejor esfuerzo para estar con los de delante y no sentí que estuviera obligado a ayudar", explicó Hamilton.
Aguantando perfectamente la presión
La temporada de Hamilton se ha visto comprometida en muchas ocasiones por problemas, pero también por errores del propio piloto como en las últimas clasificaciones. Una fuga de combustible durante la clasificación del Gran Premio de Hungría, llevó al piloto británico a partir fuera de posición por segunda carrera consecutiva, pero el de Mercedes cree que dos remontadas consecutivas prueban que es capaz de dominar la presión.
"Creo que estas dos últimas carreras han sido un reto. Vi algunas publicaciones que decían que me achantaría bajo presión, pero espero que haya quedado demostrado que no lo voy a hacer. Todavía estoy en la lucha y con muchas ganas de ganar, así que voy a utilizar la pausa para recuperar energías y ponerme en forma. El coche es muy ligero, por lo que puedo añadir algo de peso, aunque será muscular y no grasa. Espero volver más fuerte, tanto mental como físicamente", confesó Hamilton.
Pero, sobre todo, el británico no piensa que tenga que cambiar nada debido a la situación que se creó con las órdenes de equipo. "No creo que la situación cambie en el futuro. Lo hablaremos con el fin de aclarar las cosas y seguiremos adelante. En ese momento no entendí por qué después de haber logrado estar en la carrera y llegar hasta la tercera posición, debía dejarlo pasar. Si hubiera estado en octava posición y él luchando por la victoria, tal vez lo habría hecho, pero ese no fue el caso. Es difícil de entender, pero estoy seguro de que el equipo lo hizo por las razones correctas".