Sébastien Buemi no se ha mostrado sorprendido por la de cisión que ha tomado el equipo Toro Rosso de prescindir de Jean-Eric Vergne en 2015 y fichar al joven Max Verstappen. Y es que el piloto suizo pasó por una situación parecida a finales de 2011. Después de tres temporada con los de Faenza, su compañero de equipo, Jaime Alguersuari, y él fueron despedidos para dejar sitio precisamente a Vergne y a Daniel Ricciardo.
"Para Jean-Eric, que a pesar de todo ha hecho una buena primera parte de temporada, a partir del momento en el que el pasado año, en Red Bull, eligieron a Ricciardo para sustituir a Webber, ya estaba un poco condenado. Respecto a nosotros hace tres años, dentro de su mala suerte, cuenta con una ventaja, y es que puede aprender ahora, mientras que nosotros lo supimos en diciembre, cuando todos los asientos estaban ya decididos. Ahora falta que Jean-Eric termine bien su tercera temporada en F1 sabiendo que, psicológicamente, va a ser muy duro", indicó Buemi.