La decisión del equipo Red Bull de promocionar a Max Verstappen a la F1 el próximo año a la edad de 17 provocó muchas dudas sobre si el joven holandés tendrá la experiencia suficiente como para debutar el año próximo en la máxima categoría del automovilismo. Y estas dudas han crecido a raíz del accidente que tuvo Verstappen durante una demostración pública el pasado domingo en el evento VKV City Racing en Róterdam. Mientras diferentes vídeos que mostraban su pequeño impacto circulaban por la red, las explicaciones de Verstappen sobre el incidente fueron ignoradas en gran medida.
El futuro piloto de Toro Rosso señaló que estaba tratando de hacer trompos con el coche en esa zona, pero que se vio sorprendido por la cantidad de agarre que tuvo y por lo rápido que el embrague actuó, provocando una colisión contra el muro. "Los chicos me hicieron retroceder y tuve un golpe rápido, pero simplemente tuve demasiado...Creo que los neumáticos traseros estaban demasiado calientes, así que empujé el embrague y me fui un poco de más, así que solo toqué las protecciones con el alerón delantero, y todo el alerón se rompió", explicó.
Coger confianza
Antes del incidente, Verstappen describió el trazado como "un poco bacheado en ciertas partes", pero comentó que pudo alcanzar la sexta marcha en algunas zonas. Sin embargo, el holandés admitió que tendrá que evitar "errores estúpidos" cuando realice su debut con Toro Rosso el año que viene: "Ahora es importante acostumbrarse bien al coche de F1, estar muy confiado en él al igual que lo estaba en el coche de F3. Y a partir de ahí creo que solo se trata de ser consistente desde el comienzo del año, no cometer errores estúpidos y ser rápido. Has de retar a tu compañero de equipo también porque, si estás muy detrás, no es algo bueno".