Hace pocos días, Bernie Ecclestone se mostró seguro de que la F1 correrá por primera vez en Rusia el próximo mes de octubre. Entre la crisis de Ucrania y la atrocidad del vuelo MH17, el jefe ejecutivo de la F1 defendió su decisión de no hacer caso a los comentarios que indicaban que se cancelara el evento inaugural en Sochi. "Tenemos un contrato y respeto los contratos. Así que vamos a ir allí", indicó Ecclestone en el periódico suizo Blick.
Además, la semana pasada el mandamás del Gran Circo reiteró su admiración por Vladimir Putin al señalar que el polémico presidente de Rusia es alguien "fácil con el que negociar; es un gran tipo". El inglés añadió a la cadena CNN que "quiere que la carrera se lleve a cabo y, por tanto, eso haremos". Pero eso fue antes de que sucedieran los ultimos acontecimientos en Rusia, ya que el oeste condenó duramente a Putin por incrementar su postura militar contra Ucrania.
El periódico The Financial Times señala que la Unión Europea está considerendo recomendar la suspensión de Rusia en "eventos deportivos, económicos y culturales de gran escala internacional", incluyendo la Copa del Mundo y la F1. "Boicotear deportes internacionales prestigiosos tiene un sentimiento distintivo de guerra fría. Esto alejará más a los rusos que cualquier cosa que la Unión Europea haga en el apartado económico", indicó un analista europeo en la consultoría Eurasia Group.