Ralf Schumacher nacía un 30 de Junio de 1975, hace 32 años, en una familia cuyo apellido sería mundialmente conocido unos lustros después. Su padre era el dueño del circuito de karting en el que ambos hermanos se iniciaron en el mundillo de las carreras. Empezó muy pronto a montarse en los karts y casi tan pronto comenzó a despuntar. Eso, unido a la carrera que su hermano estaba llevando en la Fórmula 1 le llevaron a tener ofertas encima de la mesa, ofertas que probablemente no merecía. No dudo del buen hacer de Ralf al volante, pero su nivel me parece más adecuado a categorías más bajas, como GP2 o World Series.
[imgll]https://www.f1aldia.com/photos/200/247/001_small.jpg[/img]Sus inicios en la Fórmula 1 sí que fueron buenos. Debutó en 1997, consiguiendo en su tercera carrera un podio, con la escudería Jordan. Dos años después, Williams se fijaba en él como piloto titular, acabando sexto en su primera temporada. Sin embargo, la temporada 2000 resultó más que negativa, en la que no pudo igualar, ni siquiera acercarse, a los tres podios obtenidos el año anterior. La de 2001 fue su mejor etapa, consiguiendo tres victorias. Ralf estaba en la cumbre y lo sabía. En 2002, una victoria más, y en 2003, otras dos.
Y llegó 2004, su peor año. Un comienzo irregular, con resultados discretos, hasta Indianápolis. Allí sufrió uno de los accidentes más espectaculares de la historia reciente de la Fórmula 1. Su cuerpo se zarandeó con una fuerza de 78 G, lo que le provocó dos fracturas en la columna y le mantuvo apartado de los circuitos el resto de la temporada. Marc Gené y Antonio Pizzonia le sustituyeron hasta qe se recuperó su compañero alemán, que volvió para acabar su contrato.
Y en 2005, llegó a Toyota. Estoy convencido de que en la escudería nipona no sabían a que Schumacher fichaban. La escudería patrocinada por Panasonic le otorgó el papel de primer piloto, como punta de lanza para que los millones invertidos dieran su resultado en la pista. Pero, obviamente, no fue así. Tan sólo tres podios desde entonces, manteniéndose a la sombra de su compañero, Jarno Trulli, en numerosas ocasiones.
Las espectativas de futuro del piloto alemán no parecen demasiado alentadoras. Su temporada actual en Toyota está siendo irregular. De hecho, mientras escribo estas líneas, durante el GP de Mónaco, Ralf ha sufrido otro accidente en los entrenamientos (es el segundo en Montecarlo, que yo recuede). Y parece que en su escudería se están hartando de pagarle una millonada por discretos resultados. Es probable que su futuro esté lejos de su actual equipo. De hecho incluso se habla Nick Heidfeld como sustituto del "hermanísimo".