La temporada del equipo Toro Rosso ha estado a la altura de su trayectoria en la F1. La séptima posición lograda en el campeonato de constructores hace justicia al buen trabajo que realizaron de cara a 2014, pero no los treinta puntos conseguidos por Jean-Éric Vergne y Daniil Kvyat durante esta temporada. De no ser por los problemas de fiabilidad y falta de adaptación del motor V6 de Renault, la suma de puntos podría haber sido mayor. Eso sí, el sexto puesto, el de Force India, habría sido igualmente inalcanzable, ya que su ventaja ha sido de más de 120 puntos.
Los problemas en el propulsor de Renault desde pretemporada ya dejaban a Toro Rosso en clara desventaja frente a rivales directos como Force India o incluso Sauber, pero los italianos lograron sobreponerse y llegar a Australia como el equipo con el motor francés que más vueltas había dado en los test invernales. Habían tenido muchos problemas, falta de rodaje, fallos en la unidad de potencia... pero en Australia el trabajo previo se notó y recibió su recompensa, con la octava y novena posición de Vergne y Kvyat respectivamente. Fue una alegría para todo el equipo, que superó, además, a Red Bull.
A medida que avanzó la temporada los problemas comenzaron a aparecer. Vergne fue el mayor afectado: tuvo que abandonar en cinco de los siete siguientes Grandes Premios (no pudo acabar en Malasia, Bahréin, España, Mónaco y Austria, mientras que consiguió cruzar la meta en China y Canadá, donde logró un buen octavo puesto). El abandono más duro quizá fue el de Mónaco, ya que Vergne, como él mismo dijo, podría haber llegado incluso a acabar sexto o séptimo. La otra cara de la moneda, como analizamos posteriormente, fue para Kvyat, que fue capaz de llegar a los puntos en Malasia y más tarde en China, aunque entre Mónaco y Austria encadenó tres abandonos consecutivos.
Con la fiabilidad mejorada, en la segunda parte de la temporada Toro Rosso introdujo algunas evoluciones que hicieron avanzar a nivel de rendimiento... pero el gran problema fue que, debido a los fallos durante los primeros GP, se superó el uso de cinco componentes de la unidad de potencia. Kvyat tuvo que cambiar su motor térmico en Italia, y aún así logró ser undécimo. Vergne, sin embargo, consiguió en Marina Bay una magnífica sexta posición que le hizo dar un golpe sobre la mesa de quienes le cuestionaban.
La recta final de la temporada ha sido cuesta arriba para Toro Rosso. A los problemas con los motores, Kvyat tuvo que volver a cambiarlo en Estados Unidos, siendo también sancionado de cara a Brasil, y Vergne en Suzuka, se sumó la falta de suerte en carrera, siendo eclipsados por los motores Mercedes, lo que provocó que tan solo consiguieran un punto en los cuatro últimos Grandes Premios. Lo más positivo para el equipo italiano de las últimas carreras han sido las dos excelentes clasificaciones realizadas por Kvyat en Rusia y en Abu Dabi, donde los Red Bull fueron descalificados, circuitos en los que partió en carrera desde la quinta posición.
Lotus y Sauber finalmente no consiguieron dar caza a Toro Rosso. Ninguno de ellos ha estado en 2014 a la altura del equipo italiano, sobre todo por problemas económicos a la hora de evolucionar sus respectivos monoplazas. Durante la temporada vimos también a Vergne y a Kvyat llegar a superar en alguna ocasión a los McLaren y al Ferrari de Raikkönen.
Más allá de lo deportivo la temporada de Toro Rosso ha estado también protagonizada por sus cambios en la alineación de pilotos. Max Vertappen fue anunciado en verano, sorprendentemente, como sustituto de Vergne, y compañero de Kvyat. Tras la marcha de Sebastian Vettel a Ferrari y posterior ascenso de Daniil a Red Bull, Helmut Marko eligió a Carlos Sainz para acompañar al piloto al holandés, quedando Vergne descartado de nuevo.
La próxima temporada se plantea muy emocionante para Toro Rosso, con dos rookies a bordo y la gran ambición de dar otro paso adelante. Para ello tendrán que enfrentarse a las posibles mejoras de Sauber y, de nuevo, a los todopoderosos motores Mercedes de Williams, Force India, Mercedes y ahora de Lotus.
Toro Rosso en números
Jean Eric Vergne
En su tercera temporada se esperaba más de Jean Eric Vergne que se ha visto superado por su compañero de equipo en más de una ocasión esta temporada, a pesar de que no se aprecia en los puntos. Tras una primera parte del año plagada de abandonos y ceros en el casillero, el francés ha llegado a luchar virtualmente por las primeras posiciones en algunas carreras regalando momentos fantásticos como la lucha con Daniel Ricciardo, su ex compañero, en su última carrera con Toro Rosso.
Después de que Toro Rosso optase por subir a Red Bull a Daniel Ricciardo y renovar el contrato con Jean Eric Vergne, JEV para el equipo y amigos, en Toro Rosso la situación era bastante complicada para el piloto francés. A su lado, Daniil Kvyat una joven promesa del programa de jóvenes pilotos de Red Bull. Mucho que demostrar al equipo de la bebida energética en el que todos los pilotos saben que no tienen la plaza asegurada por mucho tiempo.
Tras un octavo puesto en la primera carrera, con puntos incluidos en Australia, el abandono de Malasia con un problema en el Turbo resultaba una pena. La mayoría de los equipos tenían problemas con sus nuevas unidades de potencia y Toro Rosso no era menos. El recién estrenado motorista, Renault, no daba con la fórmula perfecta para hacer funcionar su propulsor sin fallos en la fiabilidad. Tras una complicada pretemporada el abandono en Malasia no sorprendía. Un accidente en Bahréin también le dejaba fuera de juego y en China se quedaba a las puertas de los puntos. En el circuito de Shakir, Daniil Kvyat superó a su compañero de equipo por primera vez en clasificación, algo que se repetiría varias veces este año.
La llegada a Europa tampoco fue, sin duda alguna, la esperada por el equipo de Faenza. JEV se retiró tanto en el Gran Premio de España como en el de Mónaco con problemas en los escapes. Por suerte, el francés se reencontró con los puntos en Canadá con un octavo puesto. Los resultados en la casa de Red Bull, Austria, tampoco fueron los previstos. Nuevamente, un problema mecánico, en los frenos, le dejaba sin opciones.
Por fortuna la segunda mitad de la temporada le fue mejor al piloto del equipo patrocinado por CEPSA. Tras un 10º puesto en Gran Bretaña y un 13º en Alemania, una parada más retrasada que los demás bajo la lluvia en el Gran Premio de Hungría le permitieron a Vergne rodar en parte de la carrera por delante de los Mercedes, líderes del mundial. Aunque finalmente no pudo mantener la posición, consiguió un noveno puesto que sabía a poco.
En Bélgica e Italia los puntos se quedaron cerca. En Singapur, finalmente, JEV firmó su mejor resultado de la temporada con un 6º puesto en la noche de Marina Bay. Un 8º en Japón, 13º en el primer Gran Premio de Rusia, 10º en Estados Unidos y un 13º en Brasil hacían soñar al equipo con unos valiosos puntos en Abu Dabi, donde los resultados tampoco llegaron.
En definitiva, la última temporada de Jean Eric Vergne en la Fórmula 1 ha estado condicionada por numerosos fallos mecánicos en la primera parte del año en la que dio tiempo a Daniel Kvyat para adaptarse al equipo y hacerse con el liderazgo de la escudería en la segunda mitad.
Jean Eric Vergne en números
Daniil Kvyat
Daniil Kvyat ha superado su primera temporada en la Fórmula 1 con nota y Red Bull ha premiado su gran año con un asiento en el primer equipo la próxima temporada. En este mes ha recogido el premio a mejor novato del año de la Federación Internacional de Automovilismo y el de rookie del año en los reputados Autosport Awards. A pesar de que ha tenido que lidiar con numerosos problemas mecánicos en su monoplaza y que tuvo que sacrificar las últimas carreras de la temporada para poder cambiar partes de su propulsor, el piloto ruso ha tenido uno de los debut más sorprendentes de los últimos años.
Después de ganar la GP3 y de que Red Bull le anunciase como nuevo piloto para el equipo Toro Rosso, Kvyat no tuvo mucho tiempo para subirse al Fórmula 1 antes del final de la temporada. Sin embargo con las sesiones de entrenamientos libres disputadas en 2013 y los pocos kilómetros acumulados en pretemporada, el piloto ruso ha conseguido estar por encima de Vergne, aunque, como ya hemos mencionado anteriormente, no se ha percibido en los puntos.
Comenzar la temporada en Australia logrando sus primeros puntos en la Fórmula 1 le auguraban un prometedor futuro. En Malasia y China repetía en el Top 10 y en Bahréin se quedaba a las puertas. La llegada a Europa, por desgracia se hacía más complicada, al igual que le sucedía a su compañero de equipo, Jean Eric Vergne. El 14º puesto logrado en España casi que reconfortaba más que los tres abandonos consecutivos en Mónaco, Canadá y Austria por problemas mecánicos en todos ellos. Primero los escapes, como ya le sucedía a Vergne, luego la dirección y finalmente un fallo en la suspensión terminaban con todas sus posibilidades.
Los puntos en Gran Bretaña dejaban buen sabor de boca antes del abandono en Alemania y el 14º puesto en Hungría. Como ya hemos mencionado el final de temporada se hizo cuesta arriba para el equipo y los resultados no fueron los esperados. El 9º puesto de Bélgica fue la última ocasión entre los diez primeros para el piloto ruso que marcó un 11º puesto en Italia, 14º en Singapur, 11º en Japón, 14º en Rusia, ante su público, 15º en Estados Unidos y 11º en Brasil. Las carreras en Estados Unidos y Abu Dabi fueron especialmente complicadas para el, hasta ahora, piloto de la Red Bull Drivers Academy en las que se vio obligado a remontar después de perder numerosas posiciones en parrilla tras verse obligado a superar el límites de piezas de motor por temporada de las que disponía.
A pesar de que el abandono en Abu Dabi no hace justicia a la gran temporada completada por el único piloto ruso de la parrilla; por suerte para él, tras el abandono de Vettel, sustituirá la próxima temporada al cuatro veces Campeón del Mundo en Red Bull donde podrá batirse con Daniel Ricciardo, otra de las revelaciones de la temporada.
Daniil Kvyat en números
Cara a cara Daniil Kvyat y Jean Eric Vergne:
Clasificación: 11-8
Carrera: 8-11
Vuelta rápida: Sin vueltas rápidas