Tocado y hundido. Asi terminó el equipo McLaren la pasada temporada 2013. Los peores temores se hacían realidad y los de Woking completaban uno de los peores Mundiales en sus más de 50 años de historia. A pesar de contar con una alineación de pilotos potente (Jenson Button arrancaba su cuarto año en McLaren en compañía de Sergio Pérez, todo un diamante en bruto pulido en los garajes de Sauber), McLaren ponía punto y final a 2013 sin ninguna victoria y sin ningún podio, un resultado que no se lograba desde la temporada de 1980, cuando el equipo corría con los británicos John Watson y Stephen South.
Sin embargo, la entrada en vigor del nuevo reglamento técnico y la llegada de las temidas unidades V6 turbo alimentaron las esperanzas de McLaren de cara a 2014 como si no hubiera mañana. Tras echar a Pérez del equipo, la escudería decidió optar por darle una oportunidad al joven talento Kevin Magnussen, que llegaba de ganar las World Series by Renault gracias a su tremenda velocidad. Así, la experiencia de Button y la frescura de Magnussen aportarían al equipo lo necesario para volver a brillar. No obstante, ese brillo se quedó en mate.
El Mundial arrancó con buenas sensaciones en la pretemporada: Mercedes había parido un motor potente, muy potente, y en McLaren se frotaban las manos mientras se imaginaban en el podio. Pero la realidad a veces te da de bruces en las narices, y eso es lo que sucedió. A pesar del doble podio cosechado en Australia -primer y único del año-, causado por la descalificación de Daniel Ricciardo, el MP4-29 había nacido con carencias. El motor alemán no era suficiente, y los de Woking vieron carrera tras carrera cómo equipos con unidades menos potentes luchaban por mejores posiciones que ellos.
Evidentemente, teniendo en cuenta que a partir de 2015 McLaren iba a usar el motor Honda, Mercedes no estaba por la labor de ofrecerles a los ingleses la mejor versión de su recién nacido. Por ello, la primera mitad del año fue realmente dura para los chicos del mono rojiblanco. En muchos de los Grandes Premios, los monoplazas plateados, huérfanos de un patrocinador principal permanente (tras la salida de Vodafone), se vieron peleando por posiciones de media parrilla, sobre todo en las sesiones de clasificación, donde en algunas costó incluso pasar el corte y llegar a la Q3.
Y por si fuera poco, la fiabilidad atizaba sin miramientos a McLaren en la cuarta prueba del año. En Baréin, tanto Button como Magnussen se quedaron sin terminar la carrera debido a un fallo en los embragues del MP4-29. Tras el duro golpe, los mejores puestos logrados por el equipo fueron dos cuartos puestos de Button en Canadá y en Gran Bretaña. Llegado el parón veraniego, el equipo llamaba a la calma: todavía quedaban carreras por delante para tratar de luchar por podios y, porqué no, victorias.
Sin embargo, los esfuerzos cayeron en saco roto. El equipo mejoró, cierto. El coche empezó a moverse mejor por los circuitos, cierto. E incluso se vio una clara progresión respecto a la primera mitad del año, cierto. Pero McLaren seguía peleando por posiciones de media parrilla. Mercedes, Red Bull y Williams eran claramente superiores, tanto en clasificación como en carrera, y McLaren se vio relegado a luchar contra Ferrari y Force India. Al final del año, el equipo remontó el vuelo gracias a las actuaciones de Button y pudo poner pies en polvorosa y alejarse de Force India.
Al final, el quinto puesto en la general. Ni bien ni mal. Ni dulce ni amargo. Ni para recordar ni para olvidar. Es evidente que McLaren dejó de centrarse en el desarrollo del MP4-29 y concentró su atención en 2015, cuando arrancará la nueva era McLaren-Honda. Anunciada ya su alineación oficial, McLaren ya no puede tener excusas: cuenta con una de las mejores alineaciones de pilotos (sino la mejor), un buen equipo técnico, buenas instalaciones y, posiblemente, una buena unidad motriz. Las herramientas para construir la casa están a su disposición, ahora solamente falta comprobar si el arquitecto traza bien los planos.
McLaren en números
Jenson Button
"Si no estoy en McLaren, no quiero estar en la F1". Así se expresaba Jenson Button poco después de terminar su quinta temporada con la escudería de Woking. Si el año anterior había sido un fracaso rotundo, 2014 no ha traído mejores frutos para el inglés. Cierto es que Button arrancó la temporada con podio en Australia, pero fue un tercer puesto descafeinado, ya que fue fruto de la descalificación de Ricciardo. Además de sufrir la poca competitividad del coche en la pista, el británico tuvo que aguantar los varapalos de la prensa y aficionados quienes, en parte, auguraban su final en la categoría una vez acabado el año. Pero vayamos por partes.
Siendo políticamente estricto, Button ha cruzado la meta en 17 de los 19 Grandes Premios disputados este año. En Baréin tuvo un problema con el embrague del MP4-29 y tuvo que abandonar, pero vomo superó más del 70% de la distancia total, pudo clasificarse. La otra piedra en el camino la encontró en el trazado de Singapur, donde un fallo eléctrico le impidió completar todo el Gran Premio en Marina Bay. No obstante, Button ha logrado varios cuartos puestos durante el año y ha tenido el honor de conseguir la mayor cantidad de puntos totales de McLaren en 2014.
Y es que cuando comenzó el año, el reto al que se enfrentaba Button era enorme: su experiencia era su gran baza, pero la frescura y el talento previo con los que se escudaba Magnussen jugaban en su contra. Huelga decir que, a priori, la prensa apostaba por el danés, a quien muchos situaron como una nueva promesa de la cantera de McLaren que, visto los resultados, no ha llegado a impresionar.
De todas formas, dicen que un título mundial no se consigue solamente por suerte. Button ha sabido demostrar que tiene las armas necesarias para remontar cuando haga falta. Es cierto que al principio no pudo lidiar bien con la juventud de Magnussen, pero con el paso del año se ha visto cómo la experiencia se ha impuesto al desconocimiento. El británico ha mejorado sus registros a medida que ha avanzado la temporada y, quizás, eso le ha valido la renovación.
Ahora, Button cuenta con una nueva oportunidad. McLaren-Honda le abre las puertas a un futuro que pinta muy bien. Las dos marcas quieren repetir glorias pasadas, y Button está más que dispuesto a volver a pelear por esas victorias que no consigue desde hace dos años. El reto no será sencillo, ya que tendrá a Fernando Alonso al lado, un caníbal que se merienda a sus compañeros cada temporada y que ansía ganar más que nadie en la parrilla. Apoyo tiene, experiencia también. Ahora le toca rendir en la pista.
Jenson Button en números
Kevin Magnussen
Cuando McLaren anunció el fichaje de Kevin Magnussen a finales de la temporada 2013, el paddock empezó a llenarse de comentarios de todo tipo. Algunos, como Martin Whitmarsh -antiguo jefe de McLaren- indicaron que no era sensato contar con un piloto tan joven e inexperto en la F1. Otros, como Jonathan Neale -director general de la escudería- alababan la rapidez con la que el danés había completado su paso en las World Series by Renault. Y luego estaba la versión del propio Magnussen, quien llegó a decir antes de Australia que le hubiera gustado emular a Lewis Hamilton, piloto que se estrenó con McLaren y estuvo a punto de llevarse el Mundial en su primer año en la categoría.
Pero una cosa son los pensamientos y los sueños y otra bien distinta la realidad. Al contrario que su compañero, Kevin Magnussen se encontró con un podio en Melbourne más que peleado. Dejando de lado la descalificación de Ricciardo, el danés tuvo un gran rendimiento y alcanzó el tercer puesto del cajón, antes de pasar a ser segundo. Evidentemente, en McLaren sonreían y se relamían tras ver que habían fichado de forma idónea al ganador de la Fórmula Renault 3.5. Button, por su parte, empezaba a temblar.
Sin embargo, la temporada es larga, y las cosas nunca son como empiezan, sino como acaban. Y la clara realidad es que Magnussen ha completado una temporada llena de altibajos en la pista. Claramente batido por su compañero, el danés ha acabado el año con 55 puntos y en el undécimo puesto de la tabla general. Aunque Magnussen puede sentirse orgulloso de haber abandonado solamente una vez en todo el año, el piloto fue vícitma de varias penalizaciones que le cayeron encima como agua de mayo.
En general, Magnussen se ha visto en una encrucijada, en un círculo vicioso del que no ha sabido salir. La competitividad del coche y la complejidad del reglamento técnico tampoco han ayudado al joven piloto, pero es cierto que el danés se estancó en la zona media y no encontró la salida al final del túnel. A parte del podio en Australia, su mejor puesto es una quinta plaza en el Gran Premio de Rusia. El resto de resultados siempre han sido inferiores a este y, en varias ocasiones, el danés se ha quedado fuera de los puntos.
Vencido por Button y carente de patrocinadores de su país que le ayuden a aportar dinero al equipo, Magnussen se ha encontrado sin futuro en la F1 en 2015. El piloto será reserva de McLaren el año que viene, un puesto que no le servirá de mucha una vez completada una temporada como titular. Quizás McLaren opte por darle una nueva oportunidad en el futuro, o quizás Magnussen se convierta en uno de esos eternos pilotos reserva que solamente asisten a diferentes eventos y completan Grandes Premios en el simulador. El brillo de la estrella empieza a apagarse.
Kevin Magnussen en números
Cara a cara Jenson Button vs. Kevin Magnussen:
Clasificación: 8-11
Carrera: 15-4
Vuelta rápida: 10-9