Parece que las súplicas de Renault, Honda, Toyota y demás, han sido escuchadas por los mandamases de este deporte. El Consejo Mundial del Motor acordó por unanimidad que los equipos de Fórmula 1 puedan igualar el rendimiento de sus motores para el 2009 a la espera de la introducción de nuevas medidas para reducir costes a partir de 2010.
El consejo decidió también por unanimidad dar poderes al presidente de la FIA, Max Mosley, para que negocie con la FOTA: "La introducción radical de medidas que reduzcan sustancialmente los costes de la competición a partir de 2010. Si no se logra un acuerdo con la FOTA, la FIA hará cumplir las medidas necesarias para lograr este objetivo."