El copropietario del equipo Toro Rosso, Gerhard Berger, no era demasiado optimista hace algunos días al hablar del futuro de su escudería, la cual ve muy amenazada por el hecho de que a partir de 2010 sólo se permitirá competir con un coche que haya sido diseñado y construido íntegramente por el propio equipo, no se permitirán equipos cliente.
"Tendremos problemas para sacarlo adelante solos (sin Red Bull). Necesito el apoyo de un gran constructor."