El finlandés quería ganar la carrera de Japón y echa la culpa a los McLaren de que no pudiera cumplir su objetivo: "El comienzo de la carrera fue bueno, todo iba bien, estaba por delante del resto tal y como había planeado. Pero no tengo ni idea de lo que estaban pensando los pilotos que estaban detrás de mí, frenaron tan tarde que después era imposible evitar el caos. Fue un error inexplicable de los coches de McLaren, que me quitaron la victoria en Japón."
"Si hubiera llegado sano y salvo a la salida de la primera curva podía haber ganado, pero en lugar de eso me quedé atrapado detrás de coches más lentos y no tuve la posibilidad de tener la pista libre."