Después de tres largas semanas de parón la Fórmula 1 regresa, y lo hace con uno de las carreras más especiales, el Gran Premio de España, que supone el regreso de la categoría a su casa, Europa, después de un par de meses por Asia. Por primera vez en la historia, España será el país con más pilotos en pista en su carrera local, lo que supone otro aliciente más a un Gran Premio en el que veremos las últimas actualizaciones aerodinámicas y mecánicas en las que los equipos han trabajado durante este parón. Montmeló acogerá en este 2015 su vigesimoquinto Gran Premio de Fórmula 1, esto es lo mejor que nos han deparado los anteriores.
Un adelantamiento. Nigel Mansell a Ayrton Senna en 1991
1991 era el año del estreno. Montmeló debutaba en el campeonato y nada mejor para celebrarlo que ver a Prost, Schumacher, Senna y Mansell peleando por la victoria bajo la lluvia. Y fuera estos dos últimos quienes dejaron la primera huella para la historia de Montmeló. Después de una mala salida, Nigel Mansell, que corría con un esguince de tobillo, pronto recuperó terreno y alcanzó a Senna. Durante toda la larga recta, ambos coches circularon en paralelo, soltando chispas y prácticamente rozándose con las ruedas. Finalmente Mansell frenó más tarde, se metió por dentro y puso la directa hacia una victoria que grabaría su nombre como el primer ganador del circuito de Montmeló.
Un accidente. Heikki Kovalainen en 2008
El Gran Premio de 2008 circulaba tranquilo, con los Ferrari y los McLaren luchando por la victoria y Alonso y Kubica incordiándoles un poco mezclándose con ellos. Entonces llegó el más insospechado accidente. Una rueda del McLaren de Heikki Kovalainen fallaba en el punto más crítico del circuito, la rápida entrada de la curva 9. El coche del finés iba recto contra las protecciones a más de 200 km/h. Se mascaba la tragedia durante los minutos que los auxilios no eran capaz de sacar el McLaren de las protecciones de neumáticos en las que estaba incrustado, pero finalmente una imagen de Kovalainen entrando en la ambulancia disipó las dudas. Heikki estaba bien, sin daños importantes, y se había librado de un accidente que pudo ser fatal.
Una carrera memorable. 1996
La temporada 1996 estaba siendo un dominio abrumador de Williams, con Hill y Villeneuve a los mandos, y nada hacía presagiar que en Montmeló esa tendencia pudiera cambiar. Pero en Fórmula 1 siempre hay un elemento que le puede dar la vuelta a cualquier situación, la lluvia. Bajo el agua, o más bien sobre ella, Schumacher voló, dio una auténtica lección de pilotaje y ganó su primera carrera con Ferrari con 45 segundos de ventaja sobre el segundo. Por detrás, solo dos coches más consiguieron no perder vuelta con él, y solo tres más acabaron la prueba, aunque fuesen doblados. Un total de 16 abandonos, casi todos por errores de pilotaje, que evidencian lo delicado que era el tapiz sobre el que Schumacher inició su dorada historia de rojo.
Una polémica. 1994
Montmeló tuvo la mala suerte en 1994 de ser una de las carreras posteriores al funesto Gran Premio de San Marino, en el que la Fórmula 1 perdió a Ayrton Senna y Roland Ratzenberger. Es normal que el paddock llegase aún en shock, y bajo una histeria colectiva que no dejaba razonar con claridad. Por eso, y en medio del pánico, la FIA decidió amputar un supuesto punto peligroso del circuito, la curva Nissan de alta velocidad, con una chicane cutre de última hora, formada por una barrera de neumáticos a cada lado de la pista, algo que posiblemente acabó siendo aún más peligroso que la curva original. Afortunadamente, no pasó nada y Hill pudo ganar aquella atípica carrera sin más incidentes.
Una gran actuación. Pastor Maldonado en 2012
Si para algo vino Pastor Maldonado a la Fórmula 1 fue para una carrera como ésta. En el Gran Premio de España de 2012 el venezolano logró conjuntar los astros en su favor, dio una fantástica vuelta de clasificación y, ayudado por la descalificación de Hamilton de la misma, se quedó con la pole. Lo más difícil parecía mantener detrás a un embrabuconado Fernando Alonso en su carrera local, y cuando el asturiano de Ferrari se puso delante en la salida ya todo parecía perdido. Pero con un genial trabajo estratégico, y con un ritmo de carrera fortísimo, Maldonado pudo regresar a la primera posición tras las paradas en boxes, y ya no la soltaría más hasta ver la bandera a cuadros y llenar así de gozo al pueblo venezolano como nunca más lo ha hecho. Pastor Maldonado nació para correr esa carrera.
Un día para olvidar. Mika Hakkinen en 2001
En realidad, el pobre Mika no tuvo ninguna culpa. Él estaba pilotando como nunca en esa temporada, haciendo de largo su mejor carrera del curso. Era líder, y a falta de una vuelta para ganar parecía seguro que en ese Gran Premio de España iba a sumar su primera victoria de la temporada 2001. Schumacher estaba demasiado lejos con su Ferrari. Pero entonces algo pasó, un sonido extraño en el motor Mercedes del McLaren de Hakkinen, seguido de una bajada de rendimiento y un sospechoso humillo blanco detrás. El motor se estaba rompiendo. Mika, luchador, trató de llegar a meta aún así, daba su abismal ventaja con Schumacher, pero no pudo ser. A mitad de circuito el McLaren se paraba definitivamente, Hakkinen lloraba desconsolado mientras que Michael Schumacher se encontraba con una victoria inesperada que le colocaba en franca ventaja para conseguir su cuarto título mundial.