Kimi Räikkönen espera ganar, al menos, un Gran Premio en 2015. Después de que el jefe de Ferrari, Maurizio Arrivabene, le diera al finés trabajo que hacer en clasificación tras Mónaco, el piloto consiguió clasificarse tercero en Montreal. Pero, al mismo tiempo, su compañero sebastian Vettel sufrió problemas técnicos en la MGU-H, que se sumaron a la sanción impuesta tras adelantar con bandera roja durante los terceros entrenamientos libres.
Luego, en carrera, Räikkönen hizo enfadar a Arrivabene debido al trompo que cometió el domingo, que le hizo perder el podio. No obstante, más tarde, el italiano reconoció que un problema técnico contribuyó al incidente. "Todo idica que un problema técnico fue la causa, ya que vimos a raíz de los datos, que el embrague se comportó de forma brusca. El ritmo en carrera de Kimi fue bueno", señaló Arrivabene en Speed Week.
En lo que respecta al piloto, el Campeón de 2007 señaló que sigue concentrado en 2015, y quiso apuntar en declaraciones para Sky Italia: "Sería feliz si gano, al menos, una carrera esta temporada. Estoy seguro de que puedo mejorar, ser más competitivo y dar caza a Mercedes, pero es complicado de saber. Necesitamos tiempo". Por último, Räikkönen admitió que espera que su hijo Robin, de cinco años, escoja una carrera diferente a la F1. "¿Por qué? Pues porque cuando me retire, no quiero estar aquí de vuelta [en el paddock]".