Lanzar los guantes con rabia es síntoma de que algo no va bien. Es la primera vez que se ve un gesto así a Lewis Hamilton. Ocurrió al final de la segunda sesión de entrenamientos libres del GP de Brasil, después de unos tiempos mediocres en la segunda manga (acabó 9º) y, sobre todo, muchos problemas con los neumáticos blandos.
El motor con el que correrá hoy y mañana puede estar ligeramente dañado tras el GP de China y lo peor para él es que Felipe Massa en esta carrera estrenará propulsor. El brasileño veia ayer con otros ojos los siete puntos que el inglés tiene de ventaja: "Es solo un viernes, pero un viernes óptimo."