La FIA ha arrojado luz sobre lo ocurrido en Suzuka 2014 y, como sorpresa, las fuerzas G generadas por el impacto del monoplaza de Jules Bianchi con una de las grúas del circuito japonés fueron más elevadas de lo que se pensaba. El francés perdió el control del Marussia en condiciones de mojado, se salió de pista durante la carrera y no pudo evitar estrellarse contra uno de los vehículos que estaba retirando el coche de Adrian Sutil, que previamente se había salido en el mismo punto.
Ahora la FIA, a través de su nueva base de datos, ha revelado valiosos datodos relacionados con el incidente que causó heridas mortales al joven de 25 años. Como consecuencia, Bianchi estuvo nueve meses en coma en el hospital de Niza, hasta el viernes pasado, cuando su familia comunicó su muerte. Gracias a los nuevos descubrimientos sobre el accidente, que recoje la publicación Auto Motor und Sport, se puede entender mucho mejor lo que ocurrió en Suzuka.
Cuando Bianchi perdió el control de su Marussia, el francés pilotaba a 213 km/h y, aunque el monoplaza redujo velocidad antes del impacto, se estrelló contra la grúa a 126km/h. Todo esto sucedió durante 2,61 segundos desde el momento en el que Bianchi perdió el control del coche.
El vicepresidente de la Comisión de Seguridad de la FIA, Andy Mellor, ha explicado que el coche de Marussia patinó hasta introducirse en la zona baja de la grúa. "Funcionó como un freno, con una deceleración abrupta, y durante este proceso, hubo contacto entre el casco y la grúa. Nunca habíamos visto algo así antes".
A pesar de que la fuerza de impacto del coche fue de 59Gs, los sensores situados en los tapones de los oídos de Bianchi grabaron un impacto de 92Gs. Sin embargo, la FIA cree que los tapones se salieron y que la colisión fue de 254Gs. Por su parte, Peter Wright, director de la Comisión de la Seguridad de la FIA, recalcó la importancia de su organización a la hora de estudiar cuidadosamente el accidente de Bianchi.
La FIA ya ha introducido algunas regulaciones como resultado del accidente. Entre ellas, se incluyen el coche de seguridad virtual y una protección mejorada en la zona del asiento de los pilotos. "Todavía ocurre que primero el accidente debe suceder para poder aprender de él. Fue algo que no podíamos haber imaginado. Por eso es importante investigar este accidente al mínimo detalle. Nunca hemos invertido tanto tiempo y esfuerzo en un análisis", añade Wright.