La posibilidad de que Red Bull y Renault acerquen posturas de cara a 2016 todavía no es descabellada. El equipo de la famosa bebida energética ha comprobado de primera mano que el resto de fabricantes del Gran Circo (Ferrari, Mercedes y Honda) no están dispuestos a ofrecerles un motor de cara al próximo año, por lo que reconciliarse con la marca del rombo sería la única opción para que los de Milton Keynes continuasen en la máxima categoría del automovilismo.
Christian Horner, jefe del equipo Infiniti Red Bull Racing, todavía no descarta que su equipo pudiera seguir montando los motores de la marca del rombo el próximo año: "Oficialmente, nada ha terminado con Renault. Es difícil ver lo que va a suceder, pero nada es imposible. Casi todo está abierto".
El tiempo se acaba
Toto Wolff, director ejecutivo de Mercedes, cree que los problemas que se encuentra Red Bull para encontrar un suministrador de motores para 2016 se los han buscado ellos mismos: "Sería más fácil si Red Bull se hubiera sentado y resolviese sus problemas en privado".
En cualquier caso el tiempo se acaba para Red Bull, pues Dietrich Mateschitz ya dijo que el equipo debería tener solucionado el problema de la incertidumbre en torno al motor antes de que finalizase el mes de octubre. Helmut Marko, asesor deportivo de Red Bull Racing, respaldó las palabras del austriaco con sus últimas declaraciones: "Espero que en la carrera de Austin sepamos hacia dónde vamos".