El piloto de Toro Rosso, Max Verstappen, tenía 17 años cuando disputó el GP inaugural de la temporada en Australia, una carrera que no pudo acabar debido a problemas de fiabilidad. Sin embargo, dos semanas después acabó en zona de puntos por primera vez al acabar séptimo en Malasia. Actualmente, a tan solo dos carreras de acabar la temporada, Verstappen ha acumulado 47 puntos y es décimo en el Campeonato Mundial de Pilotos.
Hasta la fecha, sus mejores resultados han sido la 4ª posición en el GP de Hungría y de Estados Unidos. Ha sido una gran respuesta a todos aquellos que cuestionaban si un piloto tan joven y con tan poca experiencia en un monoplaza podría afrontar la Fórmula 1. "Recibí algunas críticas, pero para mí se trataba de demostrarles que se equivocaban, y creo que hasta ahora lo he logrado.
Así es como me gusta hacerlo, no me gusta hablar delante de la prensa sobre qué es lo que está bien o mal, o decir que se equivocan, me gusta demostrarlo en la pista porque es la respuesta más poderosa. Creo que los pilotos que llevan más años en general, especialmente los que han sido campeones del mundo, quizá no tengan tanto miedo y les resulte más sencillo decir 'se están pasando conmigo' con los adelantamientos, pero son exactamente los mismos en esta situación.
Tienen coches capaces de ganar GPs, mientras que nosotros estamos luchando para llegar ahí arriba. Hacemos todo lo que podemos para llegar a esa posición, al igual que ellos hacían cuando comenzaron sus carreras. Así que no veo razón para cambiarlo. Soy un luchador, no alguien que se rinda."