El equipo Red Bull va por delante de lo esperado en la preparación de su monoplaza de 2016, a pesar de que esperó mucho hasta saber su motorista para este año, según ha indicado Jonathan Wheatley, team manager de la escudería. Red Bull y Renault rompieron su relación de forma pública en 2015, ya que la marca francesa diseñó un motor poco fiable y de baja competitividad, algo que empujó inmediatamente que Red Bull entablara conversación con Ferrari, Mercedes y Honda para ser su cliente.
No obstante, los intentos no llegaron a buen puerto y, aunque Renault seguirá suministrando motores a Red Bull, los de Milton Keynes verán el nombre de TAG Heuer en sus unidades, después de llegar a un acuerdo de nombramiento con la marca. A pesar de que el retraso en conseguir motor afectaron a los planes de este invierno, Wheatley ha comentado que el equipo ha respondido de forma admirable y parece sentirse muy cómodo de cara a los test de pretemporada.
Cuando se le preguntó a Wheatley la dificultad a la que se enfrentó Red Bull este invierno, el inglés comnetó en GPUpdate.net: "Ha sido un reto, pero creo que si existe algún equipo capaz de lidiar con ello es el nuestro. Los chicos han hecho un trabajo increíble en la fábrica durante Navidad. Todo parece estar bajo control; sabemos lo que vamos a tener y cuándo. Tuvimos suerte en tener el motor que conocíamos muy bien, así que el paquete del coche ha sido sencillo en ese sentido. Estuve hablando con el diseñador jefe y las cosas están por delante de lo esperado".
Además, Wheatley añadió que Red Bull se ha visto fortalecido por los desarrollos recientes de Renault, ya que la marca francesa ha fichado a la marca de Mario Illien, Ilmor Engineering, para que ayude con su problemático motor. "Hay muy buenas noticias por llegar desde Francia. No va a ser algo extraordinario, pero hay realizado algunas ganancias, y eso es muy positivo. Creo que ahí es donde estamos por ahora; ¿vamos a estar al mismo nivel que el resto de unidades en 2016? Poco probable, pero solo hemos de acercarnos".