Mientras estos días se empiezan a conocer cuando se presentarán los nuevos monoplazas de esta nueva temporada 2016, esta vez hemos de hablar de cuando no se presentará uno de los coches que formará la próxima parrilla de la Fórmula 1. Se trata de la escudería Sauber, uno de los equipos más modestos estos últimos años, que parece haberse visto comprometido el desarrollo de su nuevo monoplaza, y ha anunciado que no podrá terminar el C35 a tiempo para la primera semana de test de pretemporada en Barcelona.
Desde Hinwil apuntan a que este retraso se debe al último cambio de fechas que se produjo a finales del 2015, donde se volvió a colocar el GP de Australia a mitad de marzo, lo que conllevaba a adelantar una semana las dos tandas de test en Montmeló. Ese hecho ha descolocado por completo al equipo Sauber, que tenía previsto un calendario que empezaba oficialmente en abril y la pretemporada en marzo. Los esfuerzos desde Suiza son justos y al límite, por lo que no han podido adelantar el trabajo.
Con esta situación que les desfavorece con el resto de coches de la parrilla tiene su parte positiva, y es que podrán correr la primera semana de test en Barcelona con el C34 del año pasado adaptado a la normativa de este 2016. De esta forma, tanto Felipe Nasr como Marcus Ericsson podrán aprovechar los cuatro días de test del 22 al 26 de febrero, para llevar nuevos datos al equipo para evolucionar el nuevo monoplaza nada más ponerlo en pista.
El equipo, no obstante, afirma que si podrán traer el nuevo monoplaza de cara a la segunda semana de test, que se celebrará del 1 al 4 de marzo en el mismo circuito de Barcelona-Catalunya. Allí, pues estrenarán el chasis entero del C35 para ponerlo a punto de cara al GP de Australia del día 20 de marzo. Aún así, para los aficionados curiosos e impacientes por ver los colores de todos los coches del año que viene, Sauber también ha afirmado que pondrán la nueva decoración del equipo en el antiguo C34 que se usará la primera semana.
Veremos, pues, que rendimiento puede ofrecer Sauber con estos retrasos de última hora, que le complican aún más las cosas para llegar a la zona media de la parrilla. Además, tanto Manor como Haas, sus rivales más próximos a priori, ya han hecho oficial que han pasado los crash test del nuevo coche y se les espera en Montmeló, por lo que los suizos podrían partir en desventaja en la primera carrera del año si no se ponen las pilas en la segunda semana de test.