Carlos Sainz y Max Verstappen llegan al primer Gran Premio de la temporada con buenos recuerdos de su experiencia en 2015. A pesar de que el resultado fue bien distinto para cada uno de ellos, los de Toro Rosso afrontan este nuevo arranque de Mundial con optimismo y con alegría por regresar a un circuito que les gusta.
Max Verstappen:
"El fin de semana del Gran Premio de Australia del año pasado fue muy especial para mí: estaba muy emocionado por disputar mi primer GP de F1. La parte que más me gusta del circuito es la primera curva, a la que llegas bastante rápido y está bacheada en la zona de frenada, por lo que recuerdo que me costó un poco frenar en esa curva. Otras cosas que recuerdo son la curva 10, a media vuelta, donde pude ver a muchos aficionados sentados en la hierba. La última parte del circuito cuenta con una buena combinación de curvas, a pesar de que esa zona fue algo decepcionante el año pasado, ya que es donde abandoné. Estar peleando por puntos y tener que abandonar en tu primera carrera de F1 fue algo difícil de experimentar".
Carlos Sainz:
"Tengo muy buenos recuerdos de Australia, quizás algunos de los mejores de 2015, ya que terminé octavo en mi primera clasificación en F1 y luego pude sumar puntos en la carrera. Prepararme de nuevo para este Gran Premio, sin duda, me trae la sonrisa a la cara otra vez. Descubrí este circuito por primera vez el año pasado y puedo decir que me encanta. Recuerdo que la primera curva está bastante bacheada y, por ello, es bastante fácil bloquear los neumáticos delanteros. La segunda zona de DRS es complicada, ya que llega justo en la salida de la curva 2. Con lo que hemos de tener cuidado es con la curva 6, ya que es fácil irte a la hierba. También recuerdo acercarme mucho a los muros en los giros 9 y 10, porque eso te da tiempo extra y me recuerda a Mónaco".