Max Mosley, presidente de la FIA, se quiere erigir en el salvador de la Fórmula 1 y ya está preparando nuevas propuestas de reducción de costes a presentar en el próximo consejo del organismo internacional, que tendrá lugar el día 12 de este mes.
La premisa fundamental es reducir costes en todos los frentes en que se pueda y ello va a incluir a los pilotos, que se van a tener que apretar el cinturón: "Los pilotos se tienen que bajar el sueldo. Siempre será mejor pagar un millón en vez de 20 en lugar de echar a 500 personas."