Tras la inesperada decisión de Honda de dejar el Mundial, los equipos de la parrilla parecen dispuestos a aprobar toda una serie de radicales medidas para abaratar los costes de este deporte. En un intento por hacer la F1 viable y por reducir sus presupuestos, la FOTA parece dispuesta a aceptar una serie de medidas muy severas.
Según la revista alemana Sport Bild, una de las propuestas más radicales que se podría acordar en breve sería la prohibición total de entrenamientos privados. La medida aprobada recientemente de alargar a tres carreras la vida de los motores podría ampliarse a cuatro, mientras que el límite de revoluciones por minuto del motor podría bajar de las 19.000 actuales a 18.000 rpm.