Sebastian Vettel, Tetracampeón del Mundo y actual piloto de Ferrari, se considera una personal de lo más normal, como cualquier persona de la calle, además de que no se considera un héroe por ser piloto de Fórmula Uno: "Soy una personal normal, como cualquier persona que va por la calle. No soy mejor que nadie, solo porque sea más rápido que algunos otros. No le he salvado la vida a nadie, no soy un héroe". El piloto de Ferrari ha crecido poco a poco y ha mejorado desde el trabajo hasta convertirse en el piloto que es hoy en día.
El piloto alemán es poco amigo de las redes sociales y de subir fotos de sí mismo o de su familia, posando para un 'selfie' que tan de moda se ha puesto en los últimos años. Vettel se considera un tipo normal y afirma que todo eso de las redes sociales nunca ha ido con él: "La generación de hoy en día se saca fotos de sí mismos constantemente, es algo que no va conmigo". Con esto, el piloto de Ferrari insiste en que no quiere hacerse cuenta ni en Twitter ni en Facebook, cosa que le piden mucho fans.
Dejando de lado la versión social, Vettel ha querido comentar algunos aspectos de la Fórmula Uno de actualidad. Por ejemplo, el alemán cree que el deporte está perdiendo emoción y teme que en un futuro próximo, el deporte pierda su identidad.
"Los coches ahora son más eficientes en cuando a consumo, pero en cuanto a la emoción, no creo que haya mejorado, ni para los espectadores ni para los pilotos. Tenemos que tener cuidado de no perder el espíritu de la Fórmula Uno. Desde que yo estoy en el deporte, se han hecho cosas buenas, muchos cambios han tenido éxito y han funcionado, pero muchos otros no han sido tan buenos. Algunas cosas de hoy en día del deporte son muy artificiales y la audiencia no encuentra nada con lo que identificarse", ha explicado Sebastian Vettel.
Razón tiene Vettel, pues, muchos entre el paadock y fuera de él se replantean las decisiones que se han tomado de cara a este nuevo año y decisiones que se podrían tomar para años venideros. Los temas cque mayor controversia han generado han sido, por ejemplo, los del formato de clasificación y el hecho de que los monoplazas puedan ser más rápidos. En cuanto a la clasificación, se ha demostrado que no ha sido un formato emocionante, pues a falta de algunos minutos, los pilotos ya se bajaban del monoplaza sabiendo que el pescado estaba todo vendido. En cuanto a que los coches sean más rápidos, parece evidente que lo que hace falta en la F1 es que los coches puedan competir todos en cada carrera, que la lucha sea cerrada y que todos los equipos tengan opciones de ganar, para que el espectáculo sea más emocionante. Veremos si la FIA toma nota y ajusta algunos aspectos para mejorar el espectáculo de la F1.