El piloto de Toro Rosso ha reconocido que el parón veraniego le permitió deshacerse de todo el estrés acumulado en la primera parte de la temporada. El ruso fue descendido de Red Bull a Faenza, a pesar de haberse subido al podio en China; desde entonces ha intentado recuperar su momento de forma en Toro Rosso, esfuerzo hasta ahora en vano.
"Sinceramente, necesitaba este descanso. Tenía mucho estrés, pensamientos y una presión cada vez mayor. Esa presión llegó a un punto incontrolable, pero por suerte he conseguido despejar mi mente con las vacaciones. Por desgracia, llegábamos a dos circuitos muy difíciles para el equipo, Spa y Monza, pero pude trabajar 'en la sombra' y optimizar algunas cosas. También percibo que mi ingeniero está mucho más relajado, algo muy positivo para mí", comentaba Daniil.
"Ahora llegan tres o cuatro carreras donde podemos ser más competitivos debido a que tendremos más curvas y menos rectas. Aún así, no va a ser nada fácil, pues necesitaremos hacerlo todo a la perfección, pero saldremos a la pista e intentaremos divertirnos", concluía el de Toro Rosso.