La gasolina de la que se alimentan los monoplazas se ha convertido en un tema relevante tras los cambios en la normativa estos últimos años. Las restricciones impuestas de 100Kg máximos permitidos por GP y 100Kg como flujo máximo por hora para los V6 de los monoplazas actuales han conseguido que veamos una Fórmula 1 diferente.
Los de McLaren-Honda y el equipo Renault han sacado provecho del ingreso de la compañía petrolera 'British Petroleum' (BP) en la F1, firmando ambos un acuerdo con ellos. Por ende, Castrol llega a Woking para sustituir a los estadounidenses de ExxonMobil, siendo esta última la encargada de proporcionar el combustible a los de Red Bull a partir de esta misma temporada. Este movimiento buscará estrechar más aún las diferencias de rendimiento entre los de la bebida energética y el equipo Mercedes, inalcanzable para el resto de la parrilla en 2016.
Confían en empezar con buen pie
El director técnico de ExxonMobil Bruce Crawley, tras los recientes acontecimientos relacionados con su empresa, ha decidido manifestar su opinión: "Creo que tendremos un buen comienzo. Nuestro conjunto combustible/motor nos proporcionará una buena ventaja competitiva, así que estamos satisfechos con este inicio de programa, en el que estamos dándolo todo para las próximas mejoras", explica Crawley.
A pesar de ser una firma con amplia experiencia en su sector, las adaptaciones a una nueva unidad de potencia siempre requieren tiempo y pruebas. Para esta alianza con el equipo de Milton Keynes no será diferente: "El reto con Red Bull consistirá en averiguar la cantidad de aceite y gasolina que requiere su motor Tag Heuer. Llevamos más de 35 años en la F1, por lo que hemos visto numerosas arquitecturas de motor a lo largo de este periodo. Ellos estaban interesados en trabajar con nosotros porque hemos demostrado que sabemos proporcionar rendimiento extra al monoplaza. Tienen muchas ganas de ganar el título de constructores este año, así que esta unión tecnológica es la clave. Estamos aquí para suministrarles dicha ganancia de potencia."
Falta de tiempo
Sin embargo, no todo es positivo en este cambio de proveedor para el equipo Red Bull.
No fue hasta diciembre cuando ExxonMobil rompió su acuerdo con los franceses para unirse a ellos, lo que provoca un desfase en el tiempo de test disponible si lo comparamos con los demás equipos: "Nos habría encantado contar con unos 6 meses de pruebas y testeos, pero no hemos dispuesto de tanto tiempo y hemos tenido que adaptarnos, así que el reto es aún mayor porque partimos sin datos", confiesa Crawley. "Nosotros nos dejamos llevar mucho por los datos, así que al comenzar un nuevo proyecto, dependemos extremadamente de nuestra experiencia previa y de lo buenos que parezcan los cálculos teóricos iniciales durante el primer día. Una vez los tengamos, trataremos de conocer de qué punto empezamos y la hoja de ruta que debemos seguir."
Test de barcelona
No obstante, las cargas de aceite y combustible que empleará Red Bull en la primera carrera del año ya se encuentra en el país de origen. Como consecuencia, todo el avance que logren a lo largo de los próximos test en Barcelona no se hará efectivo hasta el Gran Premio de China:
"Este motor consume de manera diferente a la que lo hacía el motor Honda, así como el motor Honda mostraba unos consumos distintos al motor Mercedes. Este es el tercer motor con el que trabajamos en la época de los V6 híbridos, y no nos sorprende que todos ellos sean diferentes unos de otros. Cada uno funciona de manera peculiar, utilizando soluciones diferentes, diseños mecánicos y materiales de motor opuestos."
"Todos estos elementos influyen de manera contundente en el consumo de aceite y gasolina. De hecho, lo que me habría sorprendido es que fueran los mismos."