El alemán Timo Glock, uno de los protagonistas del último Gran Premio de la temporada pasada en Brasil, se puso ayer a los mandos del Toyota TF109 por primera vez.
Ocupó el asiento dejado por Jarno Trulli, que no tuvo fortuna con la meteorología y se vio obligado a rodar en mojado. No corrió mucha mejor suerte el alemán, que al menos dispuso de unas cuantas vueltas en las que sí pudo montar "slicks".