La ilusión del pequeño Thomas, el pequeño gran fan de Ferrari en las gradas del Circuit de Catalunya, se vio empañada por la salida tempranera de su héroe Kimi Räikkönen en la largada de la carrera a causa de un incidente con Max Verstappen a Valtteri Bottas. El niño francés pasó de ondear la bandera de Ferrari a llorar desconsoladamente mientras su madre trataba de mitigar su tristeza. Esta imagen fue captada por las cámaras en el circuito y rápidamente causó un gran impacto en las redes sociales. La historia toma un giro muy positivo porque una brillante idea surgió; invitar al pequeño para que comparta con su héroe de la Fórmula 1 y sentirse querido por la Fórmula 1, por Ferrari y por otros equipos que se unieron para llenar de sonrisas su día.
Esta fue la historia del pequeño Thomas y el mensaje de la Fórmula 1 actual; los fans son importantes. En muy poco tiempo, los directivos de la Fórmula 1 encabezados por Chase Carey han querido cambiar la postura hermética de la categoría con la inclusión de los aficionados con distintas dinámicas; el cintillo "Darth Vader, Lord of the Siths" en el GP de China, la edición de vídeos en español y publicados de manera segmentada en Facebook (unas pocas pruebas se han hecho aún) o la libertad de los equipos para hacer actos como el que vimos este domingo en Barcelona son algunos detalles que son sencillos pero poderosos. Para Chase Carey, esto no habría pasado el año pasado cuando Bernie Ecclestone era el que manejaba las riendas del Gran Circo: "Obtuvimos todo este movimiento mediático sobre el pequeño chico que se desmoronó emocionalmente, y ellos (Ferrari) lo hicieron por su cuenta teniendo un sentimiento de libertad que no lo habrían tenido un año atrás," señala.
"Yo no les dije que lo hicieran"
Chase Carey afirma que él no tuvo influencia en la decisión, dejando todo el mérito a Ferrari y la libertad de decisión que antes ha comentado: "Yo no les dije que encontraran al niño, hay gente que lo hizo por su cuenta. Pensaron que sería un momento especial y lo fue". Comenta que siente contento porque cree que poco a poco se han empezado a reconectar con la gente que se sentía aislada con la Fórmula 1: "Hemos encontrado mucho entusiasmo que no existía. En cierto punto, hasta se podía decir que había frustración de parte de la gente sentía que no había nadie para ayudarle a conectarse con la categoría", declaró a Autosport.