La temporada 2016 comenzaba con la sorpresa de que Pastor Maldonado no estaría compitiendo en la categoría. A finales del 2015, Renault Sport completaba la compra de Lotus que pasaba años al borde la quiebra; deudas, el no pago a los trabajadores, el tambaleo de PDVSA como sponsor... PDVSA, petrolera venezolana, estaba inestable debido a la delicada situación económica del país sudamericano. Con esta inseguridad, el asiento de Maldonado peligraba y a principios de 2016, se confirmaba la salida del piloto para que su sustituto fuera el danés, Kevin Magnussen.
Después de años sin ver al venezolano por el paddock de F1, volvió a pisarlo en el pasado Gran Premio de España. El portal Motorsport.com pudo entrevistar a Pastor ya que estaba de visita en la ciudad condal.
Tenía posibilidades de volver
"Tengo la experiencia y tuve oportunidades de volver este año a tener un asiento. Estuve bastante cerca de regresar pero decidí no hacerlo. Pero si no tengo una buena sensación, o no tengo garantías es mejor mantenerse alejado, por eso lo denegué".
"Descubrí que hay algo más interesante en la vida que la Fórmula 1. No lo es todo. Pero la echo de menos porque dediqué toda mi vida al automovilismo. Comencé cuando tenía seis años. Cuando me levante un día y decida 'OK, es hora de volver, lo haré".
Desea una recuperación para Venezuela
"Es muy duro. Hay altibajos en la economía y espero que pronto podamos salir de esta situación y el país vuelva a estar fuerte otra vez. Un regreso aún es posible, no depende solo del patrocinador. No estoy aquí porque no quiero ahora mismo".