Con solamente un mes de preparación, Fernando Alonso consiguió rodar durante más de 40 vueltas en lo alto de la tabla y codearse con pilotos de la talla de Alexander Rossi, Ed Carpenter o Hunter-Reay durante su participación en las 500 millas de Indianápolis. Pero todo no salió como al asturiano le hubiera gustado que saliera. Cuando ocupaba el séptimo lugar y restaban 21 vueltas (84,5 km.) para el final de la mítica prueba, su motor Honda dejó de responder provocando su abandono.
Minutos después de bajarse del coche atendió a los medios desplazados al circuito oval, a quienes explicó que el motor falló de repente, sin avisar. Escuchó un ruido y visualizó el humo que éste desprendía a través de sus espejos retrovisores: "En ese momento he sentido el ruido, esa fricción de motor, he visto el humo de los escapes por el retrovisor... Es una pena. Nos merecíamos acabar la carrera y me hubiera gustado disfrutar de esa vuelta final", relata Fernando Alonso.
Rueda de prensa postcarrera
"Evidentemente, decepcionado por no terminar la carrera, porque en todas las carreras que compites quieres acabar. Hoy no fue posible. Las dos últimas semanas han sido una gran experiencia, vine aquí básicamente para probarme y desafiarme a mí mismo. Sé que puedo ser tan rápido como cualquiera en un coche de Fórmula 1, no sabía si podía ser tan rápido como cualquier persona en un IndyCar. Ahora sé que he sido competitivo, incluso llegué a liderar las 500 millas de Indianápolis. Estaba pasando y viendo la torre, y veía el 29 en la parte superior de ella. Pensé si Zak [Brown] o alguien del equipo estaba sacando una foto de esa torre porque quiero esa foto en casa. Gracias a IndyCar, gracias a Indianápolis, gracias a los aficionados. Me sentí en casa, no soy de América, pero me sentí muy orgulloso de correr aquí. Obviamente, es decepcionante no terminar la carrera porque en cada carrera que compites quieres estar en la bandera a cuadros, pero hoy eso no fue posible", comenta Alonso en declaraciones.