El austriaco Gerhard Berger ,que a finales de 2008 vendiese su 50% de la escudería Toro Rosso a Dietrich Mateschitz (jefe de Red-Bull), comenta que aún tiene cosas que hacer en la Fórmula Uno.
Sin duda, llevar a un Toro Rosso a la victoría es una medalla que puede pasear con orgullo, pero parece que el austriaco se está tomando un pequeño descanso para volver a gobernar algún equipo con más posibilidades de victoria.